Así como el defecto de una madera le impide ser perfecta y lineal, esta marca de indumentaria sin género vino a romper con los esteortipos en el mundo de la moda y la producción en masa. No por nada su nombre es Falca.
María, Luana y Ciro son los diseñadores (de indumentaria y gráfico) que crearon este equipo de trabajo que se completó con Juan, el contador que los «ordena». «Somos como una sola mente, nos conocimos en la facultad y desde hace seis años trabajamos diseñando y haciendo ropa exclusiva de manera artesanal».
«Planteamos hacer indumentaria sin género porque creemos que la prenda en sí se va formando con la persona que la usa», comparten quienes lanzaron su emprendimiento como una propia necesidad de comunicar sus ideales. «Queríamos poner nuestra creatividad en un producto tangible que demostrara un sentido, una carga ideológica, un sentimiento…».
Lo que se manifiestan en su moldería oversize, en la construcción visual que hacen y en su planteo de que su ropa y accesorios (riñoneras, pilusos y vísceras) son para que los use cualquier persona que se sienta cómoda e identificada con ellos.
El estilo de Falca es casual y contemporáneo pero «rompe con la temporalidad» porque sus colecciones no nacen con las estaciones del año sino de la inspiración de estos artistas del mundo de la moda y el deseo de comunicar un mensaje nuevo.
Ellos escogieron no ponerle nombre a sus modelos para no encasillarlas en algo que, según el cliente que se la pruebe o adquiera, se puede llegar a convertir en otra distinta. «Las personas intervienen las prendas y terminan de darle sentido, un ‘buzo’ largo puede ser un vestido o un poncho porque utilizan los sistemas de ajustes que le incorporamos. Queremos que se sientan parte del proceso de creación de la ropa».
Una colección hecha de «basura»
La pandemia vino a patear el tablero a estos amigos que se convirtieron en socios. La falta de materiales y la inspiración del encierro hicieron que se reinventaran y presentaran en sociedad indumentaria «basada en lo trash».
«Es todo un concepto que surgió de materiales reciclados, cosas descartables y hasta de residuos serigráficos. Eran productos que nos habían sobrado de colecciones anteriores y que, al unirlos, despertaron nuestra creatividad». Es así como hicieron estampas monotípicas con residuos de madera, telgopor o hule, entre otros.
Su proceso de creación es de intervención, a una tela plana le agregan texturas y tramas a través de la serigrafía o sublimado. Por eso sus colores base son neutros, blancos, grises o negros, «nos gusta darle otro significado al género asi que le sumamos color a través de las técnicas».
Nada en Falca es elegido al azar, las telas deben ser amigables con las tipologías y moldería que utilizan como lo son el microtul, la muselina, el jersey de algodón y la microfibra. «A través de lo que hacemos queremos darle expresión y libertad a personas por eso escogemos telas que acompañen al cuerpo y que no solo lo vistan, sino que sirva como método de expresión».
Y los escenarios de las producciones de fotos no son cualquiera, todos representan la cultura mendocina, como la Plaza España, el Estadio Malvinas Argentinas, los skateparks, la Bodega Arizu y la Federación de Box.
«A la bodega fuimos justo post pandemia y allí quisimos mostrar la deconstrucción y destrucción de la época y del edificio, lo que iba justo con la colección basada en lo trash, que tuvo como disparadores a las palabras ferocidad, valentía y revolución».
En este momento, Falca está en pleno diseño y producción de «todo lo nuevo» lo cual representa un desafío para el equipo porque están haciendo cantidades más grandes para expandirse a otras provincias.
Y como adelanto de lo que se viene, compartieron: «Vienen más colores y tipologías nuevas, son prendas relacionadas a los cuatro elementos».
El camino de Falca hasta hoy
Cuando todavía cursaban materias de la facultad, los diseñadores se presentaron en una convocatoria con su proyecto y desde ese momento supieron que su futuro era juntos. Luego participaron dos años del Semillero del Mendoza Fashion Week, de Plataforma G, de San Juan Diseña y de Núcleo, el mercado de diseño cordobés.
Gracias a todos esos kilómetros recorridos y a todos los contactos que hicieron, Falca se aventuró a un nuevo proyecto para reunir a todos los diseñadores independientes de la región que quisieran encontrar su lugar en el mundo de la moda.
Así es que nació Espacio De, un sitio que busca integrar distintas disciplinas para visibilizar y comercializar productos de distintos autores, generando lazos entre pares y fomentando la industria colectiva.
«Nació de la necesidad de la marca de generar puntos de venta, de exhibir la ropa y ofrecerle al cliente un espacio más cómodo y libre para poder probarse diferentes firmas», dicen los diseñadores que abren la puertas del lugar de lunes a viernes de 10 a 13 y de 16 a 20 y los sábados, medio día.
Falca: Venta de prendas y accesorios en tienda online espaciode.com.ar o en la tienda física Espacio De (Av. San Martín 709, piso 5, dpto 10, Ciudad de Mendoza) y Barrio Chino (Avellaneda y Tiburcio Benegas, 5ta Sección, Ciudad). Envíos a todo el país. Instagram: @falca_di
Fotos: Selección realizada por Falca de los fotógrafos Paula Fortugno, Leo Furio y David Medina Kaiser.