El recorrido sinfónico tendrá como protagonistas a dos trascendentales obras que inspiraron a los compositores Serguei Prokofiev y Nicolai Rimsky-Korsakov.
El primero de ellos le dio vida a la música de Romeo y Julieta entre 1935 y 1936 compuesta para el ballet basado en la obra homónima de William Shakespeare, el cual se estrenó en 1940 en Leningrado. Por su parte, en 1988 Rimsky-Korsakov compone la suite Sheherazade, pieza que se convertirá en su obra más popular y la que, además, representará en la historia el más importante monumento “oriental” de toda la música del siglo XIX.