Riera trabaja con tintes naturales elaborados a partir de hojas, cáscaras, agua de deshielo y restos orgánicos, que transforma en composiciones etéreas donde el trazo y el color se funden en un ritmo paciente. La muestra se plantea como un retorno a lo esencial, un viaje simbólico hacia el origen, el paisaje y la contemplación.
Más que una exposición, “Vuelta a Casa” propone una experiencia sensorial y poética: cada obra funciona como metáfora de permanencia, memoria y diálogo con la tierra.
