Con identidad informal y bajo el concepto de restaurante–almacén–centro educativo del aceite de oliva, existe en Maipú un espacio donde degustar y aprender toda su cultura.
Se trata de Pan & Oliva, ubicado en Finca Maipú de la familia Zuccardi. Está rodeado por plantaciones de olivos y constituye el segundo emprendimiento gastronómico de la firma, después de La Casa del Visitante. Allí, el tapeo, las pastas, las ensaladas y los platos caseros preparados con ingredientes frescos y de estación, ocupan un lugar relevante y están claramente impregnados de este óleo tan sutil. La comida tiene notables influencias mediterráneas y regionales mendocinas.
El reducto tiene capacidad para 30 comensales en un ambiente amplio, luminoso y cálido, con cocina a la vista y estufa a leña. En su exterior, y al calor de los hornos de barro, la galería invita a contemplar la naturaleza y también recibe convidados.
Su carta propone diversas alternativas de sabores que permiten darle otra dimensión al aceite de oliva, con un menú de rico diseño que se complementa con los vinos de la bodega. Así, tapas, pastas, ensaladas, tablas de quesos y fiambres, y el plato del día, conjuran para sorprender al paladar.
Pan & Oliva ocupa un rol fundamental dentro de la propuesta de turismo olivícola y de educación al consumidor de Familia Zuccardi. Es la culminación de una experiencia denominada “Vení a cosechar aceite de oliva” que empieza en los olivos, donde el visitante conoce el trabajo en las plantaciones, aprende a diferenciar los niveles de calidad y hasta puede cosechar las aceitunas. Continúa en la aceitera, donde descubre las características particulares que tiene la elaboración de aceites de oliva Virgen Extra y su preservación. Se familiariza con la técnica de degustación y aprende a diferenciar las distintas cualidades gustativas de los aceites a partir de su variedad.
Quien participa del programa de cosecha hasta puede llevarse el aceite elaborado por él mismo a su casa. En ocasiones se dictan clases de cocina a cargo de la chef Ana Rodríguez Armisén o de la reconocida cocinera Juliana López May, amiga y colaboradora constante de la empresa.
“El rubro olivícola está siguiendo los pasos que en su momento dio el vino y su potencial de crecimiento es inmenso”, afirma Julia Zuccardi, gerente de Turismo de bodega Familia Zuccardi. “Después del momento de la cosecha, el broche de oro de esta vivencia es poder disfrutar en Pan & Oliva de una auténtica experiencia gastronómica donde el aceite de oliva es el gran protagonista”.
Si bien nuestra cultura está fuertemente marcada por la impronta mediterránea, el consumo de aceite de oliva en Argentina es inferior al de otros países como Italia y España. Actualmente a nivel mundial se vive una fuerte valorización en el consumo de este noble zumo, que ha dejado de ser visto como un producto de lujo para convertirse en una sana costumbre diaria.
“Históricamente, la comunicación de la categoría Virgen Extra estaba centrada en su conocido valor culinario. Hoy queremos que el consumidor conozca los beneficios para la salud que aporta este producto natural y milenario, al cual podemos acceder a diario. Debido a su separación natural, su composición grasa alta en ácido oleico (ácido graso mono insaturado) y el rico contenido y variedad de compuestos menores (principalmente antioxidantes), el aceite de oliva de calidad se vuelve la mejor opción para la alimentación más sana durante todas las etapas de la vida”, agrega Julia.
Pan & Oliva comercializa los aceites de oliva Virgen Extra de Familia Zuccardi -varietales y Zuelo- , y también una amplia variedad de productos gastronómicos, caseros, únicos y naturales, como conservas, quesos, aceitunas y panes, entre otros, además de accesorios -delantales, alcuzas, dips, etc.- y artículos de cosmética elaborados a base de aceite de oliva. Sumando este emprendimiento, la firma ostenta un posicionamiento de liderazgo en turismo gastronómico en Mendoza.
Espacio para amigos, entendidos, conocedores y adeptos, entre quienes han disfrutado de su cocina -al mando del chef Matías Aldasoro- están los cocineros Dolli Irigoyen, Jean Paul Bondoux, Christophe Krywonis, Takehiro Ohno, Jerome Mathe, Osvaldo Gross, Darío Gualtieri, Olivier Falchi, Máximo Togni y Juliana López May, entre otros.
¿Un recomendado? La croqueta de lenteja con salsa de yogur, cilantro y oliva Frantoio; o el pan de morcilla, provoleta de cabra y mermelada de cebolla mora y Malamado Malbec, para empezar. Una ensalada de sandía, aceitunas negras, rúcula, alubias, pepino, verdeo y semillas de calabaza. Una tarta del día o la lasagna con salsa de tomate y bechamel, que contiene capas de calabazas, espinacas, jamón, queso, humita y tomates frescos en rodajas. El postre, sin dudas, manzana al horno de barro con croûte de semillas y miel, acompañada de crema helada con semillas de amapola y oliva Novello, aromatizado con vainilla.