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Escapada de ensueño a una isla de película.

Pinos, bosques de eucaliptos, olivos y una vegetación exuberante. Iglesias, ermitas y típicas casas pintadas de blanco con balcones floridos. La isla de aguas cristalinas –que acunó a Meryl Streep y Pierce Brosnam en un musical hollywoodense- espera por románticos y soñadores en el Mar Egeo.

 

Es una isla de ensueño y de película, literalmente. Sus aguas, sus playas, su gastronomía, su pueblo y su gente la tornan encantadora. Una irresistible tentación para quienes cierran los ojos y se imaginan escapando a vivir rodeados de mar, en alguno de sus paradisíacos rincones.

Hablamos de Skópelos, la isla escenario del filme “Mamma Mía!” -ese musical que evocó las canciones del grupo sueco ABBA e hizo vibrar a todos en las butacas de un cine- y destino de muchas parejas que eligieron para casarse el peñasco que acoge a la capilla Aggios Ioannis, romantiquísima locación de la película donde transcurre una boda.

 

Skopelos
El peñasco donde está ubicada la capilla Agios Ioannis.

 

 

Skopelos
Meryl Streep se lució en el personaje de Donna durante la película Mamma Mía! Que fue filmada en la isla.

 

La isla es así, tal como se la muestra allí: luminosa, verde, variada, divertida. Es conocida como la isla verde y azul debido a los enormes bosques de pinos que se extienden hasta sus aguas cristalinas. Está ubicada en el Mar Egeo occidental y pertenece al archipiélago de las Espóradas Septentrionales. Se encuentra entre las islas Skiathos y Alonisos y tiene una superficie de 95 km². Es apenas más grande que Mïkonos y más pequeña que Santorini, otras dos islas de visita obligada cuando se viaja a Grecia. Tiene alrededor de 6000 habitantes y además del turismo desarrolla actividades comerciales, agricultura, pesca y servicios.

 

Skopelos
Armonía y belleza en un paisaje pintoresco.
Skopelos

En la isla sintonizan en perfecta armonía la vasta belleza de sus parajes vírgenes y las tradiciones con la visita de miles de extranjeros de todo el mundo. Además de exquisitas playas, calas y colinas, Skópelos ofrece iglesias, monasterios y sitios arqueológicos para visitar. Sus hermosas casas antiguas -pintorescas y de vivos colores- y sus mágicas puestas de sol seducen los sentidos de cualquier viajero.

Skópelos town está situado al sur de la isla y es la puerta de entrada de los visitantes que llegan en barco (única forma de acceder, mediante ferry o en hidrofoil, desde Agios Constantinos, Cime o Volos o desde la isla vecina Skiathos). Cuenta con todas las instalaciones de una ciudad principal. Allí los hoteles, bares, restaurantes y tiendas de artesanías, accesorios, joyería y prendas invitan a un paseo entretenido cada tarde al ponerse el sol. Por las callejuelas estrechas y los balcones floridos entre cuestas y peldaños se filtra la rutina amena de sus habitantes, que siempre tienen una sonrisa y un “yassou” (hola en castellano) en sus labios. En lo más alto del pueblo se encuentra el barrio del Castillo, donde se conservan los restos de un castillo veneciano del siglo XII, sobre las ruinas de una antigua acrópolis.

 

Skopelos
Al llegar al puerto principal de la isla, Skópelos town asoma encantador.
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A la isla se arriba a través de ferry o hidrofoil.
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Tiendas de artesanías, ropa y accesorios, bares y hoteles por todo el pueblo.
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Balcones floridos, cuestas y peldaños al recorrer sus callejuelas.

 

Con igual belleza aunque algo más pacífica, la ciudad Glossa, -segunda después de Skópelos town-, es la villa donde residen muchos habitantes que trabajan en el pueblo. Está situada a 30 km de Skópelos, sobre un lugar montañoso y tiene vistas mágicas, cálidos moradores, plazas, calles encantadoras y costumbres arraigadas que da gusto experimentar.

 

Skopelos
Visita obligada: recorrer las apacibles callecitas de Glossa.
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Una postal que se repite en la fachada de los hogares: paredes blancas, puertas y ventanas azules, además de las flores.

 

Otro de sus atractivos es Loutraki, el segundo puerto de la isla. Un asentamiento con algunas de las más visitadas tabernas y una magnífica iglesia bizantina. Este lugar es reconocido por sus talleres de alfarería y los hornos en que se secan las ciruelas. Cerca de allí Agnondas, también un puerto muy popular entre los isleños en verano.

 

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Loutraki, el segundo puerta de la isla, un soñado espacio con exquisitas tabernas.
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Capillas y ermitas para visitar, en cada rincón de Skópleos.

Para los que desean conocer sus capillas, se destacan la de la Santísima Virgen, San Nicolás, la de Nuestra Señora de la Anunciación y la de San Atanasio, así como los monasterios de Nuestra Señora, Kazolikon y Timios Prodromos. Sobre el este se erige imponente la ermita de San Juan (Agios Ioannis) en la soledad de un impresionante acantilado. Éste es el lugar que desde el mítico filme “Mamma  Mía!” ha sido elegido para contraer nupcias en ceremonias civiles y religiosas. Sus más de 200 peldaños hasta llegar a la cima impactan en el recorrido nupcial con inexplicable belleza.

 

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Tres de los actores del musical Mamma Mía!: Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgärd, en el muelle.
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Luego del filme, la isla se convirtió en escenario de románticas bodas.
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Una de las vistas que se obtienen de la isla, en lo alto del peñasco Agios Ioannis.

En la isla se puede visitar el Museo de Artes Populares, ubicado en la casa natal de Pavlos Nirvanas, un famoso escritor griego, donde se hallan objetos de arte tradicional griego. El resto es puro placer: playas de todo tipo y pequeños caseríos, tiendas y tabernas en sus alrededores.

Una interesante excursión es visitar la pequeña islita de Glisteri, con su cueva de Tripiti en una barca. Desde el pueblo de Skópelos parten embarcaciones a los golfos del sur de la isla, Stafilos y Agnontas. Desde aquí, acercate al cabo Amarantos, un extremo de única y magistral belleza.

 

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La belleza sin igual de Cabo Amarantos.
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Aguas cristalinas y pequeñas piedras en lugar de arena, en muchas de sus playas.
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Montañas verdes, el fondo de todas las playas.

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También se destacan las playas de Panormos, Milia, Agios Ioannis, Glisteri y especialmente Castri, Limonari (de finas arenas blancas) y Velani (de larga tradición nudista). Las calas escondidas alrededor de toda la isla – a muchas de ellas imposibles de acceder mediante los caminos, solo en botes- brindan soledad, privacidad y tranquilidad absoluta.

Agencias de viajes, operadores de turismo y hoteles de variadas categorías aseguran al visitante vasta información y una amplia gama de opciones para no perderse nada. Casas de familia y villas típicas de gran categoría también se rentan por días o semanas.

 

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La ensalada griega, un mix de queso fresco, pepinos, aceitunas y tomates.
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Hoteles de gran categoría ofrecen comodidades y las mejores vistas a las bellezas naturales de la isla.
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Adrina Beach, una de las más bonitas playas, al pie del hotel que lleva el mismo nombre.

Finalmente, en materia gastronómica la isla tiene un abanico interesante de tabernas, bares y restaurantes de clase que ofrecen típicos platos griegos, isleños, mariscos o cocina internacional. No dejes de ordenar como entrada, cheesse pie de Skópelos y el “tzatziki,”, una exquisita preparación a base de yogurt, pepinos, ajos asados, aceite de oliva, limón y menta fresca picada.

 

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Tzatziki, una deliciosa crema para degustar apenas te sentás en la mesa.

 

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Moussaka, otra de las delicias griegas.

 

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Pescados y mariscos, las especialidades de la isla.
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Las tabernas de la isla ofrecen cálidos ambientes para pasar un buen momento.

Las noches de fiesta, con música griega, clásica, internacional o jazz también tienen su espacio de privilegio dentro de Skópelos, solo hay que saber buscarlos. Para eso, nada mejor que entregarse a su gente y con un poco de intuición, dejarse guiar por algún isleño con ganas de divertirse: pasarlo bien en Grecia, está asegurado.

 

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Al caer la tarde, turistas y locales caminan por el paseo principal del pueblo.
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Cuando las luces empiezan a encenderse, Skópelos town invita a la diversión y al relax.

 

 

 

 

 

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