Estás en el auto (parado en un semáforo, claro), en el gimnasio, en una fiesta. Escuchás esa canción que tanto te gusta. Automáticamente sacás el celular del bolsillo o la cartera, entrás a la aplicación, tocás la pantalla y el programa escucha y luego envía la información -¿al más allá?-. Listo, la respuesta está conformada por el nombre del tema, su intérprete y hasta la tapa del disco donde aparece ese track. Así de fácil. Después podés bajarla -comprándola o no-, buscar el video en YouTube o escucharla online en alguno de los tantos programas o aplicaciones creadas para tal fin. O hacer lo que quieras con ella porque “información es poder”.
La escena resulta hoy común. Si te gusta la música y tenés un smartphone, son muchas las probabilidades de que tengas instalada Shazam, esta aplicación móvil que reconoce la música que está a tu alrededor.
Ahora bien, ¿te imaginás que exista algo similar para la ropa? Estás en la cola del banco, en un restaurante o simplemente vas caminando por ahí. No podés despegar tus ojos de ESOS zapatos y te preguntás: “¿de dónde serán?”. Fácil sería si fuera una prenda con una leyenda o logo que identifique a la marca, pero la mayoría de las veces esto no es visible. Es complicada la posibilidad de chusmear la etiqueta, y menos que menos la opción de preguntar. ¿Y entonces? Sacás el celular, fotografiás el objeto deseado lo más discretamente posible, y “el Shazam de la moda” te brinda la información necesaria para que corras a buscarlo.
Un sueño que parece haberse hecho realidad. Y aunque tenga sus limitaciones al principio, como cualquier novedad tecnológica que necesita perfeccionarse, y dado que en nuestro país son escasos los locales que ofrecen marcas internacionales, esta app es de igual manera una esperanza para quienes son fashion victims y no se avergüenzan de ello.
ASAP54 es la nueva aplicación de moda. Busca solucionar a través de un sistema de reconocimiento el problema de tener que preguntar a un desconocido a dónde se compró lo que tiene puesto, o bien googlear las características de la prenda, normalmente una misión imposible.
Al sacar una foto a una prenda o accesorio, la aplicación selecciona de su base de datos el objeto que más se ajuste a esas características, buscando coincidencias. Los productos de unas 400 marcas ya forman parte de la base de datos, aunque se espera que se sumen muchísimos más, claro.
A pesar del gran número de productos registrados, todo sistema de datos tiene sus límites, por eso la aplicación también permite a sus usuarios conectarse con estilistas. A través de una llamada en tiempo real, los expertos seguirán con la búsqueda y ayudarán a encontrar el lugar donde se puede comprar la prenda o bien sugerir un producto lo más parecido posible.
Pero la cosa no termina ahí. Una vez hallada la blusa o el vestido en cuestión, el programa permite comprar la prenda directamente desde el smartphone. Vemos foto, marca, precio y local donde se encuentra. Ahora solo harán falta varios clicks, una tarjeta de crédito y algo de paciencia, hasta que llegue la prenda a nuestras manos.
Si bien hoy en la Argentina aún no se extiende el uso de esta aplicación, es bueno tenerla por si viajamos. O simplemente esperar a que la base de datos se amplíe paulatinamente hasta que abarque los productos disponibles en esta parte del mundo.