Cada vez más personas se suman a la tendencia del brunch, un neologismo surgido de la mezcla de las palabras en inglés breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo) que podría ser definido como un desayuno tardío. Se trata de una comida generalmente salada, entre las 10 y las 12, cuando el café de la mañana quedó atrás y todavía falta un rato para almorzar.
«Los brunches pueden acompañarse con té, café con leche, una copa de vino, y por qué no una de espumante», cuenta a INMENDOZA.com Vanina Chimeno, la chef de María Antonieta, nuestro restó recomendado para probar los más ricos brunches del centro mendocino.
En esta ocasión te acercamos tres opciones para que las combines como quieras, dos sánguches deliciosos y unos huevos benedictinos. Para conocer las demás propuestas de brunches y desayunos podés visitar María Antonieta cualquier día de la semana en Belgrano 1069 (Ciudad).
El primer sánguche imperdible es de salmón curado (cocinado durante dos días con sal, especias y ralladura de limón y naranja), palta y queso crema. Los ingredientes combinan a la perfección y el resultado es una caricia de suaves sabores en el paladar.
El próximo sánguche se sirve en pan integral y también juega con una combinación deliciosa: kale más tomates florentinos y una generosa tajada de queso brie. Va bien con un té o con una copa de espumante.
Los huevos benedictinos, un desayuno clásico cuyo origen se remonta a finales del 1800 o comienzos del 1900, según diferentes versiones, toma un nuevo sentido en la cocina de María Antonieta: huevos mollet, jamón, queso, kale y salsa bearnesa.
Combiná cada plato con la bebida que más te guste –hay vinos, tragos, café y tés- y dale un corte a tu mañana de la mejor manera.
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