A la hora de elegir una obra de arte, ya sea para nuestra casa, la oficina, o bien para hacer un regalo, surgen algunas preguntas que es conveniente tener disipadas antes de llevar a cabo la transacción. Consultamos a una experta en el tema, la asesora en Arte Natalia Da Rold, para que llegado el momento de invertir en una obra, tomemos las decisiones más acertadas.
Según Natalia “no hay un único camino, sino varios posibles para adquirir una obra de arte”. Asegura que optar por un artista consagrado siempre supone destinar montos más altos, pero “representa seguridad”. Mientras que para comprar obras de jóvenes talentos “no es necesaria una gran inversión, se pueden adquirir a precios accesibles, pero aumenta el riesgo y se necesita tiempo para acompañar el proceso del artista”.
“Creo en el vínculo emocional con la obra. En Argentina, y en particular en Mendoza, es posible una cercanía con los artistas que no se da en otros países, conocer el taller y a la persona detrás de las obras es casi un paso necesario”, destaca Natalia.
¿Cómo se tasa una obra de arte?
Los parámetros para cotizar una obra los definen las características artísticas de la misma, el análisis del autor y los condicionantes del mercado.
Las galerías tienen que considerar una visión estratégica, amplia, acerca del mercado de un artista.
Creo que el calentamiento excesivo del mercado de alguien determinado no es bueno y trae como consecuencia el inevitable enfriamiento de precios que le sigue. Entonces, un apoyo sostenido a largo plazo es lo mejor.
Gracias a eso, el mercado de un artista puede construirse de manera sólida, los coleccionistas no encuentran precios fuera de él y la especulación se controla.
¿Cuál es el rol del asesor o galerista?
Al adquirir una obra de arte es muy importante el asesoramiento de una persona especializada.
Aporta seguridad y profesionalismo. Es quien ayuda al cliente a no cometer errores, el que le da una visión global del mercado, gestiona sus compras, negocia condiciones, genera relaciones profesionales, descubre talentos. La complicidad entre ambos es vital.
¿Conviene recurrir a artistas prestigiosos del ámbito local o a aquellos que son prácticamente desconocidos?
Artistas hay muchísimos en nuestra provincia, y muchos son desconocidos. Descubrir talentos y obras de calidad es una de las funciones del asesor.
Al margen de las cifras, de lo conocido o desconocido, todos los que están en este ambiente viven el otro lado del negocio, que es simplemente el goce, la magia que atrae la obra en sí misma.
¿Hay que confiar en ferias, mercados callejeros, galpones con objetos de segunda mano o remates?
Es importante nutrir nuestra mirada, visitar galerías, exposiciones, ferias, leer prensa especializada en arte, acudir a subastas. Tener un buen criterio a la hora de adquirir obras en estos lugares se garantiza a través de un aprendizaje y disfrute de estas prácticas.
¿Priorizarías el contexto o ambiente donde será ubicada la obra, o la oportunidad de compra?
Depende del comprador (independiente, coleccionista, amante del arte…) y el objetivo de la compra de la obra.
Hay clientes que la buscan sólo como un goce estético para ambientar su estudio, oficina, o algún sector de su vivienda, no como una inversión exclusivamente económica.
¿Qué opinas de la “obra del día”? (Tendencia de algunos artistas de ofrecer sus obras en facebook a un precio mucho más bajo que el que tendrían en el mercado del arte).
La propuesta me parece por demás atractiva, ofrece la oportunidad al público que no puede acceder por razones económicas a las obras de estos artistas, comprar originales a muy bajo costo, con lo cual se genera una circulación de obras importante y un feedback entre el artista y sus amigos o seguidores gracias a la tecnología.
Ante la proliferación de “artistas” de oficio (que no estudiaron, esas señoras que están al divino botón, bah), cómo darnos cuenta si la obra vale la pena?
La verdad es que hay una enorme cantidad de pintores y escultores pero decir “artista” es una palabra mayor.
¿Obra original de artista poco -o nada- conocido o reproducción de artista “famoso”?
Yo siempre apuesto por la obra original, pero hay galerías prestigiosas de nuestro país que ofrecen transfer o giclée que son reproducciones realizadas sobre lienzo en alta calidad, desde una fuente digitalizada, lo que permite tener obras inalcanzables de artistas famosos y disfrutarlas a un costo del 1% de los originales.
¿Qué le aconsejarías a la hora de comprar arte a quien adquiere por primera vez? ¿Y a un comprador habitual?
Los compradores neófitos de hoy son los conocedores del mañana, por eso el tiempo invertido con los principiantes, no sólo resulta gratificante sino que lo considero como inversión a futuro.
Hay que tener en cuenta que adquirir una obra de arte es una experiencia genuina y personal.
Aconsejo darse una buena dosis cultural dejándose contagiar de puro arte. Insisto: la forma más efectiva de desarrollar el ojo para la calidad es mirar arte.
Dejarse enamorar por la pieza que los seduzca en medio de un recorrido por una exposición, una galería, una feria, animarse con ella. Asesorarse y preguntar sin temor sobre el artista o la obra que se admire.
Siempre es prudente comprar lo mejor dentro de las posibilidades económicas.
La compra de reconocidos artistas es la inversión más sencilla (y más costosa); lo complicado es detectar oportunidades entre los jóvenes talentos.
Para los compradores habituales, confiar en la profesionalidad de las galerías, marchands reconocidos, por la calidad de las obras que ofrecen, por la extensión del compromiso financiero con los artistas que representan, por sus inversiones en las obras disponibles a la venta y por la seguridad.
Los coleccionistas deben ser cautelosos con las aparentes ofertas y las promesas de ganancias futuras.
Particularmente cuando los precios están en alza, la idea del «arte como inversión» gana credibilidad. De cualquier manera, las colecciones armadas con sólo la esperanza de una ganancia financiera, generalmente resultan ser inversiones pobres.
El que más dinero gasta no tiene necesariamente la mejor colección.
Aquellas colecciones formadas con pasión e inteligencia son las que resisten la prueba del tiempo, tanto estética como económicamente.