Unas mini vacaciones en Buenos Aires, ganas de caminar y ver cosas nuevas y la sugerencia de un primo arquitecto en cuyo departamento me alojaba coincidieron para que me decidiera por un recorrido a pie, que había hecho anteriormente pero sin demasiada información y sin detenerme en los detalles. ¡Ah! no puedo olvidarme del maravilloso sol que brillaba esa mañana.
Es que a veces las cosas más básicas, las menos pensadas son las que más disfrutamos y recordamos. Y luego recomendamos. Como este paseo que para muchos puede parecer tan obvio.
En la zona de Retiro, alrededor de la plaza San Martín se erigen edificaciones dignas de ser admiradas. Y analizadas. Y con esto no me refiero a un estudio profundo y exhaustivo de la arquitectura, sino a cuestiones más bien generales que tienen que ver con estilos, con los momentos y los propósitos con que fueron construidos y con los personajes involucrados en esas narraciones.
Creo que lo que terminó por convencerme fue el drama. Una historia pasional que probablemente tenga más de leyenda que de realidad. Parece increíble, pero un edificio monumental -supo ser el más alto de América Latina- ¡fue levantado por un ataque de ira!
Edificio Kavanagh
Según la leyenda, el Kavanagh -su entrada principal se encuentra en Florida 1065- tuvo un origen tormentoso, con una historia de amor nunca consumada. Cuentan que Corina Kavanagh, que pertenecía a una familia adinerada pero no patricia, lo hizo construir para vengar un romance no aceptado entre una de sus hijas y un joven de la familia Anchorena, uno de los apellidos más ilustres de la Argentina.
La mujer, resentida, quiso ensombrecer una hermosa obra arquitectónica que también hoy deleita a los turistas y transeúntes que pasean por la zona: la iglesia del Santísimo Sacramento, que los Anchorena habían construido hacia 1920 para utilizarla como sepulcro familiar.
El único pedido que les hizo a los arquitectos fue que el edificio tapara la basílica. Hoy, para mirar de frente a la iglesia, la única alternativa es pararse en el pasaje Corina Kavanagh, que también pertenece al edificio. Venganza consumada.
El Kavanagh tiene 120 metros de altura máxima, desde 1936 -el mismo año de su construcción- ha obtenido distintos premios y distinciones por sus características arquitectónicas y técnicas. Son en total 105 departamentos, que tienen la particularidad de ser todos distintos. En la actualidad están habitados por importantes empresarios y personalidades de la cultura, la historia y la política nacional. El edificio fue declarado Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad por la Unesco, en 1999.
Plaza San Martín
Es una de las más lindas de la ciudad, gracias al declive del terreno. Está emplazada sobre una barranca original ubicada frente al Río de la Plata. Se destacan sus árboles añosos; palos borrachos, jacarandás, magnolias y gomeros.
El monumento más importante de la plaza es el que recuerda al Libertador General José de San Martín. Erigido en 1862, es obra del escultor francés Louis-Joseph Daumas y es el monumento ecuestre más antiguo de la Argentina. Con su mano señala la Cordillera de los Andes, ruta de su gesta libertadora.
El Monumento a los caídos en Malvinas fue inaugurado en 1990. Situado en el sector de la plaza que da hacia la Avenida del Libertador, está formado por placas de mármol negro con los nombres de los 649 combatientes caídos en la guerra de 1982.
Palacio San Martín
El Palacio Anchorena fue construido entre 1905 y 1909, por el arquitecto Alejandro Christophersen, a pedido de Mercedes Castellanos de Anchorena. Es un exponente de L’Ecole des Beaux Arts. El Palacio Anchorena fue sede de importantes reuniones sociales, como el baile del Centenario de la Independencia en 1916.
En 1936 fue adquirido por el Estado para ser sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, y pasó a llamarse Palacio San Martín. Actualmente es sede Ceremonial de la Cancillería, ya que sus oficinas se han trasladado al nuevo edificio de Arenales y Esmeralda, cuya arquitectura parece dialogar con la monumental obra de Christophersen.
El Palacio San Martín es monumento histórico nacional, alberga en su interior obras de artistas argentinos y americanos del siglo XX. Asimismo se encuentra la Colección de Arte Precolombino de la Cancillería Argentina. Cuenta, además, con una biblioteca especializada en derecho internacional e historia de las relaciones internacionales.
Plaza Hotel
Ubicado en Florida al 1005, es obra del arquitecto alemán Alfred Zucker. Inaugurado en 1909 fue considerado el primer hotel de lujo de Sudamérica. En los años 20 el hotel puso a disposición del Gobierno Argentino una Suite Diplomática para que Cancillería alojara a reyes, presidentes, primeros ministros y delegados en misiones especiales.
El edificio del Plaza puede ser considerado como un precoz experimento en la combinación de los criterios de composición de raíz académica que llegaban de Europa con los nuevos que imponía la ordenación urbana norteamericana. Actualmente tiene la concesión de su explotación la cadena Marriott.
Palacio Paz
Fue la residencia más grande y una de las más lujosas de la ciudad de Buenos Aires, propiedad de José C. Paz. Fiel reflejo de la arquitectura Beaux-Arts de principios del siglo XX, se encuentra frente a la Plaza San Martín -Santa Fe 750- y desde 1938 es sede del Círculo Militar.
José C. Paz fue un importante miembro de la aristocracia y un representante de la Generación del Ochenta, que condujo el país a fines del siglo XIX. En 1900, viajó a Europa y encargó al prestigioso arquitecto francés Louis-Marie Henri Sortais el diseño de una mansión de dimensiones inusitadas para la geografía porteña, con unos 12.000 m² cubiertos.
Fascinado por la cultura francesa de aquellos tiempos, emprendió la construcción de este pretencioso proyecto -inspirado en los châteaus franceses- que no llegó a ver concretado, ya que falleció en 1912. El arquitecto Sortais, quien nunca estuvo en Buenos Aires, tampoco llegó a ver concluida su obra: murió en 1911. La dirección de la construcción estuvo a cargo del arquitecto e ingeniero argentino Carlos Agote.
Su construcción tardó doce años: de 1902 a 1914. Fueron la esposa e hijos de Paz quienes habitaron la exquisita residencia. Se dice que «si Buenos Aires alguna vez fue París, el Palacio Paz es el más claro exponente».
En 1938, el palacio fue adquirido por el Estado para transformarlo en sede del Círculo Militar, Biblioteca Nacional Militar y Museo de Armas de la Nación, funciones que aún desempeña.
Basílica del Santísimo Sacramento
La Basílica o Iglesia del Santísimo Sacramento -construida en 1916- está ubicada en la calle San Martín al 1039.
Su estilo es eclético, se tomó la Catedral de Angouleme -Francia- como inspiración. Su construcción, que insumió ocho años, fue propiciada por Mercedes Castellanos de Anchorena, que vivía en el Palacio Anchorena ubicado a unos 150 metros de la iglesia. Su interior, que consta de tres naves y es de estilo neogótico, está ornamentado con piezas artísticas de gran valor. Está considerada como una de las iglesias más lujosas de la ciudad de Buenos Aires y la elegida para celebrar los casamientos de la alta sociedad porteña. En una cripta descansan los restos de doña Mercedes C. de Anchorena, quien había manifestado que “si ella vivía en un Palacio, su Dios debía tener el propio”.
Torre de los Ingleses
El Congreso Nacional aceptó en 1909 el ofrecimiento de los residentes británicos de levantar un monumento, con motivo del centenario de la Revolución de Mayo.
El proyecto en un principio tuvo forma de columna, aunque finalmente adquirió la de torre. Casi todo el material para la edificación fue traído desde Inglaterra, al igual que el personal técnico encargado de la construcción. Su inauguración se realizó recién en 1916.
Está situada en la Plaza Fuerza Aérea Argentina -antigua Plaza Británica- junto a la calle San Martín y la Avenida del Libertador. En los frisos sobre las distintas caras de la edificación se alternan diferentes emblemas del Imperio Británico como la flor del cardo, la rosa de la Casa de Tudor, el dragón rojo de Gales y el trébol de Irlanda.
La altura de la torre es de 75,50 m y tiene ocho pisos. A los 35 m se encuentra un reloj que funciona a péndulo y pesas. Sobre la puerta de entrada se encuentran los escudos de Argentina y Gran Bretaña, y una frase que dice: “Al gran pueblo argentino, los residentes británicos, salud, 25 de mayo 1810-1910”.
Durante la Guerra de Malvinas en 1982 un grupo de manifestantes arremetió contra la torre, destrozando parte de la edificación. Tras la guerra, fue rebautizada con su nombre original: Torre Monumental, aunque muchos siguen refiriéndose a ella como la “Torre de los Ingleses”.