El 30 de enero se celebra el Día Internacional del Croissant, y si sos amante de esta joya de la pastelería, Mendoza tiene algunos rincones que no te podés perder. Porque no estamos hablando de cualquier masa hojaldrada: un croissant es una obra de arte. Dorado por fuera, crujiente al morderlo, esponjoso por dentro y con ese toque inconfundible de manteca que lo hace irresistible.
Aunque su origen se remonta al siglo XVII en Austria con el famoso kipferl, fue en Francia donde esta delicia alcanzó su perfección y fama mundial gracias al uso de manteca y la técnica de laminado. En Mendoza, esto no pasa desapercibido, y aunque seguramente existan más lugares en nuestra provincia que le rindan honor, elegimos y charlamos con los pasteleros/panaderos que están detrás de cuatro lugares donde el croissant alcanza su máxima expresión. Así que, en este día, no te conformes con menos. Salí a explorar estos rincones, celebrá el Día Internacional del Croissant y descubrí por qué esta delicia es un viaje de sabor que vale la pena disfrutar. ¡Acordate de pedirlo recién horneado para mayor placer!
La Casona: croissants con historia y técnica mendocina
Ubicada en la Bodega Los Toneles, La Casona es más que una cafetería: es un refugio para los amantes de la excelencia, donde cada detalle cuenta. Desde su apertura en 2023, el espacio se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan disfrutar de una viennoiserie (un conjunto de productos de panadería franceses elaborados con una masa fermentada u hojaldrada) de excelencia, con productos elaborados bajo estrictos procesos que garantizan calidad y sabor. Su propuesta se basa en la paciencia y el respeto por las técnicas tradicionales, con una elaboración minuciosa que permite resaltar cada ingrediente.
Detrás de este proyecto está Sebastián Albarracín, un apasionado de la panadería que encontró su camino hace ocho años, cuando comenzó como cocinero y, con el tiempo, se especializó en el mundo de las masas. Su dedicación lo llevó a perfeccionar recetas y procesos, hasta que decidió sumergirse en el proyecto de La Casona con el objetivo de elevar el estándar de la viennoiserie en Mendoza. Sus croissants requieren tres días de elaboración, desde la preparación de la masa con harinas orgánicas y manteca premium hasta el horneado final. Entre sus creaciones, destacan el croissant dulce con crema pastelera y frutillas frescas mendocinas y el salado de huevo, palta y queso, ideal para cualquier momento del día. En febrero, sorprenderán con una versión rellena de tomate mendocino, aprovechando su mejor temporada. La Casona es la prueba de que el trabajo minucioso y la pasión por el oficio se traducen en cada bocado.
Hábitat: un recorrido de sabor por los mejores croissants
Frente al lago del Prado Español, Hábitat se prepara para abrir sus puertas a mediados de febrero con una propuesta que promete ser un punto de encuentro entre quienes circulan por el Parque y aquellos que buscan una opción diferente para comer al aire libre. Con cocina a la vista, una amplia terraza, barra con vistas al lago y un deck que invita a disfrutar del entorno, este nuevo espacio gastronómico y recreativo tendrá capacidad para más de 200 personas. La combinación entre un ambiente relajado y una carta de productos elaborados con técnicas precisas lo convierte en una propuesta que equilibra comodidad y excelencia.
Charlamos con Lucho Paniagua, panadero y pastelero que comenzó su camino en Monono, donde se enamoró del trabajo con masas madre, y ahora integra el equipo de Hábitat. Su curiosidad lo llevó a explorar el mundo de los laminados, un territorio aún poco transitado en Mendoza, que decidió perfeccionar para ofrecer croissants de calidad excepcional. En Hábitat, cada croissant es el resultado de un proceso meticuloso, que respeta las técnicas francesas pero se adapta al clima mendocino, con especial atención a la temperatura y humedad del ambiente. Si bien el croissant clásico es su emblema, Lucho también ha trabajado versiones innovadoras, como rolls de lasagna con tomates orgánicos y danesas con dulce de tomate. Entre sus favoritos, destaca el croissant dulce relleno con crema mascarpone y café, un must que tenés que pedirte cuando abra este flamante restaurante.
Casa Farina: croissants artesanales con alma francesa y corazón mendocino
Cada croissant en Casa Farina es una obra de paciencia y dedicación. Desde la creación de una masa firme que sostenga el empaste, pasando por un laminado preciso hecho completamente a mano, hasta un leudado lento y controlado que mantiene la humedad y la esponjosidad, todo en su proceso es meticuloso. La cocción intermedia les otorga ese dorado perfecto y una textura crocante que estalla en el paladar. Su compromiso con la calidad ha llevado a que sus croissants sean comparados por visitantes franceses con los de su país de origen, un reconocimiento que habla del nivel de detalle y pasión que los hermanos Juli, Flor y Fede imprimen en cada pieza.
Desde su apertura en 2018, Casa Farina se ha convertido en un rincón de referencia para quienes buscan pastelería de excelencia en Mendoza. Cuentan con dos sucursales, una en calle Arístides de Ciudad y otra en calle Dr. Pose 3331 de Las Heras. Sus croissants, de sabor neutro y versátiles, son perfectos tanto en su versión clásica como en su única opción rellena de jamón, queso, palta y rúcula, ideal para un brunch o una merienda sustanciosa. Más allá de la técnica impecable, lo que hace especial a Casa Farina es la calidez de su atención y la cercanía con sus clientes, quienes se sienten parte de esta historia de amor por la panadería artesanal.
Brunka: la excelencia del croissant en pleno centro mendocino
Ubicada en Alem 74 de Ciudad, Brunka no es solo una pastelería, es un espacio donde la tradición y la técnica francesa se encuentran con la identidad mendocina. Con una propuesta que prioriza el detalle y una cálida experiencia, este rincón de Mendoza se ha convertido en un referente para los amantes de la viennoiserie bien hecha. Su compromiso con la calidad se refleja en el uso de materias primas seleccionadas y en procesos que respetan cada etapa de la panadería artesanal. Aquí, los croissants no son solo un producto, sino el resultado de años de estudio y perfeccionamiento.
Detrás de Brunka está Emmanuel Fernández, pastelero con más de 15 años de trayectoria que descubrió su pasión mientras estudiaba Gastronomía. Desde entonces, se ha dedicado a explorar la pastelería y panadería francesa con un enfoque que combina rigor técnico y creatividad. Sus croissants se caracterizan por su estructura hojaldrada, su miga esponjosa y su sabor equilibrado. Aunque el clásico sin relleno es su favorito, Brunka también ofrece opciones con ingredientes mendocinos, como el croissant de pistachos del Valle de Uco que es un IN o el de arándanos del sur de la provincia. Próximamente, sumarán versiones con queso e higos y una innovadora crema pastelera de algarroba y naranjas confitadas. Una parada obligada sí o sí.
