Que es un invento yanqui, que se trata de una fecha puramente comercial, que es demasiado cursi, que al objeto de nuestro amor hay que agasajarlo y sorprenderlo no sólo un día al año… podemos criticar infinitamente a este día en el que se le rinde homenaje a Cupido y las celebraciones a su alrededor. Pero lo cierto es que quienes están enamorados recurren a todo tipo de estrategias -creativas unas pocas, trilladas la mayoría- para demostrarle su amor al otro.
En muchos casos quien olvida ese día especial puede recibir tarjeta amarilla… Así que por elección o por obligación, hay que pensar en algo para sorprender al ser amado este 14 de febrero.
No queremos ser aguafiestas… pero la leyenda sobre el nacimiento de esta celebración si bien es muy romántica, tiene un final trágico. Su origen se remonta a la época del Imperio Romano. El emperador Claudio II decidió prohibir la celebración del matrimonio entre jóvenes, ya que según su criterio los mejores soldados eran los solteros. Abanderado del amor, un sacerdote llamado Valentín consideró que la medida era injusta y desafió al emperador. Celebraba en secreto los matrimonios entre jóvenes, de ahí que se popularizara como el patrón de los enamorados. El emperador se enteró y dio la orden primero de que encarcelasen a Valentín y finalmente, de que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270.
Tampoco hay que olvidarse de Cupido, el dios del deseo amoroso en la mitología romana, que es hijo de Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, y de Marte, el dios de la guerra. Amor y guerra… cualquier semejanza con la realidad… Y atención, que no todos sus flechazos eran color de rosa. Las flechas con punta de oro concedían el amor, mientras que las que tenían punta de plomo servían para sembrar el olvido y la ingratitud en los corazones.
Como uno de los íconos del amor, Cupido ha sobrevivido a la antigua mitología para pasar a ser parte del imaginario colectivo contemporáneo. Es uno de los símbolos más fuertes del Día de los Enamorados.
Esta celebración entonces es típicamente occidental, pues se origina en Europa, desde donde pasaría a los Estados Unidos y de allí a gran parte del mundo, incluyendo América Latina y algunos países de Asia. Cada 14 de febrero los novios o esposos celebran el amor y la unión del uno con el otro. Incluso hay parejas que esperan hasta el Día de los Enamorados para dar pasos importantes como mudarse juntos, comprometerse o casarse.
Chocolaterías, florerías, lencerías, joyerías, restaurantes, bares y hoteles alojamiento están de parabienes en el mes de febrero. Los números en esos rubros repuntan gracias a San Valentín. Porque la realidad es que con más o menos presupuesto, la mayoría recurre a los clásicos para mimar al amado. Parece que la creatividad se toma vacaciones justo para esta época…
Cursilerías al por mayor: remeras, osos de peluche, sábanas y toallones -entre otros objetos- con un “te amo” bordado en hilo rosa. Globos con forma de corazón, tarjetas con expresiones melosas, desayunos a domicilio, mensajes virtuales llenos de emoticones, pasacalles con frases de Ricardo Arjona. Mucho merengue, chocolate y dulce de leche. Todo con exceso de corazones. ¿Empalago? «Pocas cosas más lindas que la grasada a la que te empuja el amor cuando aparece», se lee en Twitter…
En INMENDOZA.com te contamos qué otros programas podés armar y qué otros regalos podés comprar para no caer siempre en lo mismo. Hay que recordar el sentido primario de esta celebración: mimar al otro, preferentemente con algo que tenga que ver con una experiencia en pareja, con el disfrutar de a dos. ¿La clave? Tener en cuenta los sentidos… vista, olfato, oído, gusto, tacto. Y si decidís optar una vez más por lo cursi, que sea con algo de originalidad. Cabe aclarar que todas nuestras sugerencias irán levantando temperatura y que son unisex.
-Caé a su trabajo con una canasta en el horario del almuerzo e invitala/o a comer al espacio verde más cercano. Picar algo en una plaza también puede ser cool; o escaparte durante la siesta y hacer un pic nic en los jardines de alguna bodega cercana. Y si para la cena siempre la/o invitás a comer afuera, esta vez esmerate y cocinale.
-Sorprendela/o con un viaje relámpago a Chile, por ejemplo, para alojarse en el Radisson de Con Con frente al mar. O escapate un fin de semana al Valle de Uco y elegí una exclusiva habitación entre viñedos. También podés pasar la noche en el hotel 5 estrellas más cercano a tu casa y pedir masajes simultáneos para los dos.
– Que vuelvan los lentos. Pergeñá algo para bailar pegados, ya sea una playlist propia, con velas y en casa, o trasladate a algún lugar que pase música pausada y glutinosa. En el bar Ciudad de Dios tanto el viernes 14 como el sábado 15 hay “Noche de Bachata”, ritmo candente si los hay. Sofía celebra el día de los enamorados -viernes 14- con una “Lentos Party”, con música del dj Iván De Sousa.
-Regalale productos para disfrutar juntos del jacuzzi o de un baño de inmersión. Sales de baño, geles, cremas, perfumes… También pueden ser batas y pantuflas que hagan juego para los dos.
-Comprá ropa interior sexy o divertida para ambos, disfraces o algún accesorio en un sex shop con el que puedan jugar juntos. O un pañuelo de seda negro para cubrirle los ojos y apelar al resto de sus sentidos.
-Proponele una “cita a ciegas”, un juego que incluya encontrarse en algún lugar y fingir no conocerse.
-Regalale obras eróticas de buena calidad, como películas o libros. También puede ser una mini colección de auto fotos hot…
-Cual Samantha Jones en Sex and the city, esperalo/a desnuda sobre la mesa cubierto/a de sushi.
“Cupido ya no tiene flechas para mí”, asegura Cristian Castro en una de sus canciones. Si no tenés pareja y sos el Grinch del Día de los Enamorados (Grinch es el personaje de ficción anti Navidad interpretado por Jim Carrey), podés parodiar esta fecha y celebrar la soltería y su principal característica: ¡la libertad!
San Valentín, el día más temido del año por algunas chicas -sobre todo-, ha regresado. Es momento de reunir a todos tus ácidos amigos solteros y organizar la mejor fiesta del año: la fiesta anti Día de los Enamorados. Si la película “Día de San Valentín” nos ha enseñado algo, fue justamente eso. La cena organizada por el personaje de Jessica Biel, con su amiga Jennifer Garner destruyendo una piñata con forma de corazón con un bate de beisbol… sin dudas esa escena ha quedado grabada en nuestras mentes.
No hay razón para tenerle miedo al mes de febrero y a todas las demostraciones de amor, a las odiosas parejas que vas a ver hasta en la sopa… Ponete en modo “party planner”, convocá a tus amigos “singles”, preparate para decir: “¡Jodete, Cupido!” con mucho estilo, reíte de las “arjoneadas” y patentá la receta para una perfecta fiesta anti San Valentín.