Hay veces que lo único que querés es desconectar de la rutina y escaparte a algún entorno natural, aunque sea por un par de días. En estas situaciones, lo más conveniente es coordinar con tu pareja, grupo de amigos o, si preferís, en soledad, para empezar a planear. Pero la gran pregunta: ¿A dónde voy? Una excelente opción es el sur de Mendoza, donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor con paisajes que parecen sacados de un cuento.
En esta nota reunimos cinco opciones en San Rafael y Malargüe para quienes buscan desconectar, ya sea con actividades de aventura o simplemente dejándose llevar por el entorno.
Valle Grande: aventura y relax en un solo lugar
A solo 37 km de San Rafael, Valle Grande te da la bienvenida con el imponente Cañón del Atuel. Sus formaciones rocosas y el río zigzagueando entre montañas son tan perfectos que parecen pintados. Este rincón es un imán para quienes buscan divertise, relajarse o una mezcla de ambos.
Mientras avanzás por la ruta hacia el gran embalse, no podés evitar notar la tentadora cantidad de opciones que invitan a la acción o el descanso. Eso sí, antes de tirarte de cabeza al rafting o al kayak, te sugerimos que investigues bien qué querés hacer y con quién, porque acá la oferta es amplia. Si el corazón te pide adrenalina, podés probar rafting, kayak, trekking o incluso lanzarte en tirolesa. Pero si lo tuyo es la calma, un paseo en catamarán o una tarde contemplando el agua pueden ser la escapada perfecta. En cuanto a oferta gastronómica, hay varios restaurantes, bares y puestitos de comida para saborear sus propuestas mientras disfrutas del entorno.
Cuando se trata de quedarte a pasar la noche, tenés de todo para elegir: desde campings súper completos, ideales para vivir la experiencia al aire libre, hasta cabañas con todas las comodidades para sentirte como en casa. Todo esto envuelto entre vegetación y aire puro.
Los Reyunos: un espejo turquesa para disfrutar
Otro gran imperdible de San Rafael es Los Reyunos, un destino que motiva a olvidarte del reloj desde el minuto uno. El camino hacia la represa ya es un espectáculo: montañas imponentes, el lago resplandeciente y esa sensación de que algo increíble está por venir. En el trayecto, te esperan paradores con manjares que van desde pescados frescos de la zona hasta clásicos argentinos que te hacen suspirar con cada bocado.
El embalse es el protagonista de esta aventura. Si te gusta explorar, un safari fotográfico de hora y media en catamarán es la excusa perfecta para recorrer sus aguas y descubrir maravillas como la icónica Bahía Los Elefantes. Pero si lo tuyo es la calma, los botes a pedal son ideales para dejarte llevar mientras disfrutas del paisaje con un mate en mano.
Para los más audaces, el tirobangi te invita a volar estilo Superman a lo largo de 500 metros sobre el lago, una experiencia que vas a querer repetir. También hay paseos a caballo, perfectos para compartir con los más chicos, y caminatas para perderte entre la naturaleza. Y si decidís quedarte unos días, tenés de todo: campings, casas de verano y aparts.
No cabe duda que Los Reyunos no es solo un destino, es un romance a primera visita.
Villa 25 de Mayo: historia y tradición sanrafaelina
Si buscás un lugar que te transporte a otra época, alejate un poco de lo que venimos proponiendo para sumergirte en el encanto de la Villa 25 de Mayo, ubicada a 25 kilómetros de la ciudad de San Rafael. Este «pueblo-museo» es un viaje en el tiempo con calles sin pavimentar, casas que todavía lucen su estructura de adobe original y alamedas de árboles que parecen haberlo visto todo por la cantidad de años que tienen.
Con varias opciones de alojamiento, este lugar te invita a quedarte y explorar su rica historia, plasmada en cada plaza, capilla, museo, y hasta en fuertes y ruinas indígenas que datan del Virreinato del Río de la Plata. Sin duda, este pueblo llama a ser recorrido a pie y perderte en sus rincones, los cuales siempre van a tener algo que contar.
¿Y la gastronomía? Un capítulo aparte. Claro que hay restaurantes, pastelerías y cafeterías encantadoras, pero el verdadero sabor local está en los puestitos al costado de la ruta. Probá las tortas fritas recién hechas y otras delicias caseras que, te aseguro, van a darle un toque inolvidable a tu visita.
Castillos de Pincheira: naturaleza en estado puro
En el corazón de Malargüe, los Castillos de Pincheira te esperan con un combo irresistible: aventura, vistas de otro mundo y una pizca de historia. Estas gigantescas formaciones rocosas, talladas a lo largo de miles de años por viento y agua, hacen honor a su nombre por su gran parecido a castillos.
Llegar a este lugar es toda una travesía que podes realizar en cualquier vehículo. El camino rural ya te va metiendo en clima: tierra, montañas y esa sensación de estar dejando atrás el bullicio. Una vez ahí, el camping al pie de los castillos tiene todo lo que necesitás para desconectarte: pileta, parrillas para el asado, mesas, baños, proveeduría y hasta una canchita de fútbol. ¿Cocinar no es lo tuyo? No pasa nada, porque el restaurante local ofrece chivito malargüino y otras delicias para disfrutar mientras te impresionas por el paisaje.
¿Querés más? Cruzando un puente colgante, podés caminar entre las formaciones y hasta subir a la cima. Eso sí, el cruce del río y la caminata de 40 minutos valen cada aliento al llegás arriba y tener una vista de lujo.
Indudablemente, los Castillos de Pincheira son una experiencia que combina desconexión, paisajes de ensueño y un toque de adrenalina que no te va a dejar indiferente.
Valle Hermoso: un rincón andino mágico
El último destino en nuestra lista es uno que se ha popularizado entre los mendocinos que buscan paisajes de postal y desconexión total. A solo 29 km del Valle de Las Leñas y 95 km
de Malargüe, Valle Hermoso hace honor a su nombre. Este paraíso de alta montaña, escondido detrás de un cerro, solo se deja conquistar en verano. ¿El camino? si bien se puede llegar en auto con mucha precaución, los vehículos altos tienen más chances de ganarle a la ruta sin drama.
Una vez ahí, olvidate del mundo moderno. El Valle Hermoso es el lugar perfecto para acampar bajo un cielo estrellado y disfrutar del silencio andino. El parador de Las Leñas al pie de la laguna no decepciona, con opciones irresistibles como truchas frescas, asado o cordero malargüino. En cuanto alojamiento, hay opciones de domos, pero siempre se puede armar la carpa al lado de la laguna.
Si hablamos de actividades para hacer, hay muchas opciones: pesca, trekking hacia las termas del Azufre, cabalgatas, safaris fotográficos, kayak o windsurf. Obvio que siempre está la opción de limitarse a admirar el entorno de este tesoro escondido entre la Cordillera.
Tips para aprovechar al máximo tu próxima aventura en alguno de estos destinos:
- Reservá con tiempo: Planificá tu visita con antelación y asegurate tu lugar en las experiencias que más te entusiasmen.
- Viví el momento: La esencia de estos destinos es desconectarte del día a día y conectarte con la cultura, la naturaleza y la magia mendocina. Disfrutá cada instante.
- Manejá con cuidado: Estás en modo turista, no piloto de Fórmula 1. Respetá los límites de velocidad y disfrutá del paisaje sin apuros.
- Chequeá el clima: Informate sobre las condiciones meteorológicas antes de salir para evitar sorpresas.