En primer lugar y antes de arrancar esta hermosa nota, me gustaría dejar asentada la pasión que tenía por hacerla. Soy amante del fútbol, de Messi y de la comunicación. Sí, al igual que Manuela. Previamente, no me había tocado escribir sobre alguna personalidad relacionada al deporte. Y qué mejor que ella, Manuela Moretta. Qué mejor que una mujer mendocina que está triunfando y derribando barreras.
La había visto una que otra vez por sus notas a los jugadores de la Selección Argentina pero nunca tuve la oportunidad de hablar con ella. Si bien es periodista profesional desde 2010, lo que más define su trayectoria es el acto de comunicar. Y así arrancó desde chica, prendiendo una cámara y hablando frente a ella como si estuviese conduciendo ESPN.
Nuestra charla duró 2 horas y en ningún momento quise terminarla. Cada historia, cada anécdota, era atrapante. Su carisma y su buena predisposición ayudaron mucho. De hecho, mientras escribo pienso que esa misma energía que sentí yo al conversar con ella por videollamada la debe sentir todo aquel que es parte de su equipo. Eso es Manuela, una apasionada por lo que hace, una mujer que arrasa con su vibra.
Los comienzos en Mendoza
Como ya dije, es oriunda de Mendoza, más bien de un barrio de Guaymallén. Se crió en una familia donde nunca existió el aburrimiento y siempre la impulsaron a ir por más. Y aunque por algunos años pensó que su destino sería ser despachante de aduana, su esencia, lo que ya traía consigo, salió a la luz.
En su primer año de Facultad, un productor de BsAs fue a buscar pasantes, entonces en una sala llena de futuros periodistas, él preguntó a los alumnos qué querían ser, ella dijo, en broma (o no tanto): “Yo quiero ser Susana Giménez”. Unos días después la habían contratado en su primer desafío. Nunca se esperaba años después contarle esta misma anécdota a la diva de la televisión argentina.
La historia parece no tener fin. Y sí, Manuela tiene 35 años y ya cuenta con una trayectoria extensa y, por sobre todo, intensa. Empezó en Supercanal y condujo el noticiero de Supercanal, aunque su inicio oficial fue en Radio Brava. Después hizo Ovación TV y un montón de programas más.
“¿Y cómo conociste a Messi?”, pregunté, toda ansiosa. La anécdota merece un párrafo. Resulta que en un partido de la Copa América del 2011 que se jugó en Mendoza, ella fue con su camarógrafo a tomar testimonios de los jugadores cuando salieran a saludar afuera del hotel Diplomatic. Llevaba horas, no salía nadie, tenía hambre y decidió ir a tomar un café a un restaurante llamado María Antonieta, de los mejores y de los más costosos también. Ahí, entabla conversación con un hombre que no conocía sobre el turismo de Mendoza, minutos después él pregunta por qué estaba ahí. “Es la primera vez que vengo a entrevistar a los jugadores y sueño con qué Messi me firme la camiseta”, le dijo entre risas a modo de broma. El hombre también pidió un café y luego de charlar un rato se fue al baño. Ella se fue y dejó pagados ambos. Cuando él volvió del baño, convencido de pagar su café y el de Manu, la moza le adelantó que ya los había pagado ella.
Luego de unos minutos más esperando fuera del hotel, sale un guardia y dice: “Por favor que se acerque la chica de rojo”. Al lado de Manu había una chica también vestida de rojo y pensó que la llamaban a ella, pero no, en realidad llamaron a Manu. En segundos ya estaba adentro y se encuentra de nuevo a este hombre que le dice: “Te voy a devolver el favor (del café). Subamos al Lobby que te están esperando”. La esperaba el mismísimo Lionel Messi. La saludó y le firmó la camiseta. ¿Y el hombre del café? Nada menos que Marito, el utilero de la Selección Argentina. Y aunque la foto en su viejo BlackBerry ya no existe, en el 2016 Messi le volvió a firmar la camiseta y esta vez hubo video.
Manuela Moretta, de Mendoza al mundo
El salto a lo internacional llegó cuando fue contratada por TVN y luego por Telemundo – NBC Sports. Esto marcó un antes y un después en su carrera, con oportunidades que la llevaron a recorrer distintos países y vivir experiencias únicas. Pero hay un momento que brilla por encima de todos: el Mundial de Catar 2022. Allí, Manu fue la única mendocina acreditada por la cadena estadounidense para cubrir a las selecciones de Argentina y Uruguay, además de captar historias de hinchas y personajes inolvidables. “Fue un antes y un después. Me animé a renunciar a mi trabajo en Mendoza después de más de 10 años, apoyada por mi familia. Salir de la zona de confort fue difícil, pero totalmente necesario”, cuenta.
El Mundial no solo fue una experiencia profesional única, sino también un aprendizaje sobre la resiliencia. Enfrentó dudas, incertidumbres y la presión de estar a la altura de una audiencia internacional, pero cada desafío fortaleció su convicción. “En el periodismo, como en la vida, la clave es la resiliencia, ser fiel a tu esencia y adaptarte rápido. Los desafíos me enseñaron a valorar el camino, no solo los resultados”, reflexiona.
El presente y un futuro brillante
En 2024, Manuela se instaló en Miami, dando un paso más hacia la consolidación de su carrera internacional. Desde allí, se vinculó a Telefé – Paramount Global, MLS Español y Forbes y sigue construyendo su legado en el periodismo deportivo. También lanzó un proyecto innovador llamado “El Mapa del Hincha”, pensado para los fanáticos del deporte que quieren vivir experiencias únicas en eventos deportivos. Este mapa no solo reúne información práctica sobre dónde alojarse o comer, sino que también busca acercar a los hinchas al corazón de cada evento. “Es una manera de conectar a los fanáticos con el corazón de cada evento”, dice.
Y aunque su vida está llena de grandes logros, no olvida sus raíces: las frases mendocinas, el burro del mate y las tortitas del barrio la acompañan en cada paso, aunque muchas veces las extraña más de lo que las disfruta.
A lo largo de su carrera, Manuela ha sabido derribar barreras en un ámbito históricamente masculino. Aunque nunca sintió que ser mujer fuese un obstáculo, reconoce la importancia de las pioneras que abrieron el camino. “Agradezco a quienes trabajaron para que hoy podamos desplegar nuestro talento con más libertad”, reflexiona.
“¿Y ahora qué se viene?”, pregunté. Para Manuela, el futuro es una combinación de sueños y metas claras. “Quiero afianzarme en Miami y ser referente en el periodismo deportivo” confiesa. Además, tiene nuevos proyectos en mente que por ahora prefiere mantener en secreto, pero asegura que siguen la línea de conectar a las personas y contar historias con impacto.
Por último, cuando le pregunté qué título le pondría a su vida si fuera una película, respondió con una sonrisa: “‘Comer, rezar, amar’ podría ser, porque siempre estoy aprendiendo a disfrutar de los pequeños momentos de la vida”. Y es que Manuela Moretta no solo es una periodista; es una mujer que inspira, que se reinventa y que nos muestra que con esfuerzo, pasión y autenticidad, los sueños se pueden alcanzar.