Inspiradas en el manifiesto feminista Una habitación propia, de la escritora Virginia Woolf, para quien «las habitaciones difieren radicalmente: son tranquilas o tempestuosas; dan al mar o, al contrario, a un patio de cárcel; en ellas está la colada colgada o palpitan los ópalos y las sedas; son duras como pelo de caballo o suaves como una pluma», las cuatro artistas que nos convocan definen qué es habitar para cada una de ellas, asociando el concepto a su proceso creativo.
Así Cecilia Carreras, alma mater de Aristóbula, artista que nació en Capital Federal y se radicó en Mendoza nos dice: «Yo habito en mí. En mi conciencia. En mi circunstancia. En lo que me constituye. Aquello que ha construido lo que soy: la memoria, los recuerdos, mi pasado. Imágenes archivadas por ahí que me reclaman para «ser», para volver a vivir».
La obra de Carreras según su propia definición «vacila entre lo figurativo y lo abstracto. Los trabajos tienen una mezcla de abocetadado y acabado, así es como se crea un ámbito de movimiento».
Para Laura Rudman mendocina egresada de la escuela Provincial de Bellas Artes «el verbo «habitar» es colectivo. Habitamos con otros el espacio, el lenguaje, los sueños. Desde ese lugar me propongo abordar esta muestra, habitando colectivamente el espacio generoso de Aristóbula con compañeras de ruta».
Interiores domésticos, patios, esquinas barriales, fachadas de casas, ropa colgando, son algunas de las imágenes que pueblan el imaginario de la artista. «Los patios van narrando historias vinculadas a la niñez, a los recuerdos pero atravesados por la idea de lo que retoña», dice.
Magdalena Benegas licenciada en Artes Plásticas, de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo, reflexiona: Habito mi cuerpo, mi piel, mi pasado, mi presente. Habito en mis sentimientos y en mis pensamientos. Habito lo que soy y aquí estoy. Y hoy, por un tiempo, siento habitar la Aristóbula con mis obras.
En sus obras gráficas se mezclan técnicas de grabado, collagraphe y lápiz. Vemos torsos de mujeres, carcasas de vestimentas que contienen la humanidad, zapatos, piernas, medias, esqueletos. Una cosmogonía particular, original que ella define como «un interés especial en el ser humano, sus debilidades, sus defectos, todo aquello que hay debajo de las carcasas que son las vestimentas. Quiero poner en evidencia todo lo que esconde la gente cuando se viste», dice.
Paula Dreidemie también artista mendocina indaga en preguntas existenciales sobre la condición humana, valiéndose del lenguaje de la pintura, el dibujo y otras expresiones como instalaciones y video instalación. Para ella el concepto que las reúne en la muestra se traduce en «habitar nuestros propios cuerpos, nuestra conciencia, la forma que somos en el mundo. Habitar cuidando y abrigando lo que allí crece…»
«Yo sigo usando la técnica del collage aunque no pego imágenes, las dibujo y las pinto. Me apasiona encontrarme con fotografías que alguien creó y pensó para contar algo, y que ya están desechadas. Me gusta buscarles otros entornos y que sigan hablando. En cierto sentido me apropio de esas imágenes que a mí me conmueven y entonces las vuelvo a hacer», revela.
La muestra puede visitarse en Aristóbula Casa de Arte, Aristóbulo del Valle 332, Sexta Sección de Ciudad. La agenda de actividades es la siguiente:
3 de Agosto – Charla en vivo con Laura Rudman. 21.00 hs
5 de Agosto – Visita guiada junto a Magda Benegas. 19.00 hs
10 de Agosto – Charla en vivo con Paula Dreidemie. 21.00 hs.
12 de Agosto – Visita guiada junto a Laura Rudman. 19.00 hs.
17 de Agosto – Charla en vivo junto a Cecilia Carreras + invitado. 21.00 hs.
19 de Agosto – Visita guiada junto a Paula Dreidemie. 19.00 hs.