La temporada de bares al aire libre comenzó con los botines de punta. Las creaciones de los bármanes cada vez son más jugadas e interesantes para todos aquellos que desean probar algo rico y distinto.
Esa es la filosofía de Dolce Vita, el coffee & bar que cada semana propone cócteles novedosos y artesanales, en los que sus dueños colocan toda su pasión y conocimiento en fusión de sabores y bebidas.
Para comenzar un diciembre renovado, el bartender Rodrigo Tejada creó sus vedettes: el Quetzalcóatl y el Kukulkán; dos cócteles que recrean la gastronomía azteca y maya, respectivamente.
«La idea fue crear un concepto nuevo a raíz de lo encantado que quedé con esas culturas. Busqué resaltar los ingredientes que se utilizaban en aquella época y que pudieran transformarse en un cóctel. Hay muchos ingredientes que consumen, como el tomate, que son difíciles de combinar. Logré una variable que será aceptada por el cliente mendocino», contó.
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Ambos tragos están hechos con atole realizado por Rodrigo; es una bebida típica mexicana a base de maíz cocido, molido, diluido en leche y con canela y azúcar.
En el caso del Quetzalcóatl, según apuntó su creador, se trabajaron los picantes con un almíbar de ají elaborado por él mismo. Se le incorporó almíbar de cacao y tequila blanco, de 1800, y dorado.
«El cóctel maya es más frutal ya que representa la zona del Caribe. Lleva leche de coco, mango, almíbar neutro y una combinación de ron tradicional y tequila blanco», explicó Tejada.
Los cócteles artesanales –sus nombres refieren a la serpiente emplumada, la divinidad a la que rendían culto en ambas civilizaciones– tienen un valor de $ 140 y están a la orden de los mendocinos, en las barras del bar ubicado en la terraza de Lomas Plaza Comercial de El Challao.