Tres artistas mendocinos coinciden en una nueva inauguración del Museo de Arte Moderno de Mendoza. Se trata de Osvaldo Chiavazza, Marcela Astorga y Camila Insúa. Cada uno de ellos presenta una exposición individual, con temáticas particulares e impronta propia.
Osvaldo Chiavazza: obras en gran formato cargadas de simbolismo
Escala Humana ofrece un viaje fascinante a través de la mente creativa del artista mendocino Osvaldo Chiavazza. Con obras de gran formato, que actúan como «murales portátiles» y esculturas intrincadas, Chiavazza nos sumerge en un mundo de símbolos y significados que invitan a la reflexión. En esta muestra, curada por Florencia Giovannini, el público tendrá la oportunidad de explorar las grandes escalas, los temas recurrentes del artista y los procesos detrás de la creación de estas obras monumentales.
Desde la concepción hasta la realización, Chiavazza nos invita a adentrarnos en su proceso creativo, revelando cómo sus ideas toman forma en un formato específicamente diseñado para capturar la atención del espectador. Los visitantes podrán sumergirse en un diálogo entre la producción escultórica y pictórica del artista, mientras descifran la rica constelación de símbolos que exploran temas como la naturaleza, el ciclo de la vida, el espacio y el tiempo. Además, Chiavazza trabajará en vivo en la creación de un mural durante la muestra, ofreciendo a los espectadores una experiencia única para compartir la intimidad de la creación artística en tiempo real.
¿Cómo surge la idea de esta muestra?
La muestra surge de la idea de mostrar toda la obra muralística que hice desde 1990 hasta la actualidad. Obviamente no hemos conseguido murales de 1990, pero como siempre he realizado los murales en paneles desmontables, no pintado en la pared, eso dio la posibilidad de pedir prestados algunos de ellos, instalarlos y hacer ese recorrido histórico de muralismo. A eso se le suma un recorrido por la escultura en gran formato, que es la que yo he realizado en espacios públicos y privados.
¿Qué te llevó a concebir tus obras en gran formato?
El emplazamiento de las obras muralistas siempre tiene que ver con la arquitectura del lugar, con la relación entre el traslado y el recorrido de la obra…no es un museo donde la obra está expuesta y encerrada, después va y se pone en un lugar o vuelve a un depósito, sino que está concebida para que quede instalada y se pueda recorrer y de un mensaje al público.
¿Podrías hablarnos sobre los símbolos recurrentes que utilizas en tu trabajo y cómo los interpretás dentro del contexto de tu obra?
Siempre le he dado mucha importancia al tiempo y al espacio. Eso tiene muchísimo que ver con esta obra que voy a presentar…sobre todo el tiempo y sobre todo una posición poética sobre el mundo. Me interesa mucho detenerme, convertir el tiempo, convertir el espacio y tratar en esos términos de meterle simbología a la obra. La simbología nunca cambia, va mutando con el tiempo.
Siempre he tenido la idea de que, por ejemplo, los misterios no hay que revelarlos, sino que hay que mantenerlos, eso que tenés en la punta de la lengua, siempre tratar de tenerlo ahí sin resolverlo…me refiero a niveles estéticos y espirituales, y mantener ese fuego.
Los símbolos han ido mutando en cuanto a forma, se han ido convirtiendo en más abstractos. Trato de no complejizar, sino simplificar. Tanto los temas como las formas cada vez se están simplificando más.
¿Qué te motiva a trabajar en un mural en vivo durante la exposición y cómo crees que esta experiencia afectará la interacción del público con tu arte?
Siempre me ha parecido muy interesante el contacto real, más en estos tiempos de virtualidad. Lo he hecho siempre, pero en esta época de invasión de imágenes que no paran de llegarnos a través de las redes sociales, que la gente pueda tener un contacto directo con una obra y ver su proceso y cómo la persona interactúa con el material me parece fundamental. El contacto con el público me interesa mucho, me enriquece.
La intención de hacer una muestra en un espacio como el MMAMM, que es público y del Estado, en estos momentos donde se quiere hacer creer que el Estado es una cosa inútil y que no funciona. Si bien ha habido mucha deficiencia, extirparlo no es la solución, sino que es una herramienta que hay que hacerla funcionar bien. Involucrarme en una muestra en un espacio que es del Estado es una posición política en la que me estoy poniendo manos a la obra para decir que el Estado sí es necesario y es necesario que funcione bien. Y tener una postura frente a eso es, para mí, hacer un mural en vivo en el Museo Municipal de Arte Moderno. Es una forma de defensa.
Marcela Astorga: instalaciones que tejen una crónica social
La artista mendocina, Marcela Astorga, presenta El espesor del gesto; una instalación formada por piezas escultóricas-objetuales donde la piel adquiere múltiples significados. Inspirada en la teoría de las cinco pieles de Hundertwasser, Astorga invita a explorar la relación entre la piel, la ropa, la casa, el contexto y la ciudad a través de su arte.
Sus obras, impregnadas de escombros y ambientes desgastados, desafían a repensar nuestros límites corporales y espaciales mientras exploramos una crónica social tejida a partir de los fragmentos de un posible derrumbe. Con una paleta de materiales que incluye desde cemento premoldeado hasta hierro niquelado, Astorga entrega una visión única y profundamente evocadora de la piel de la ciudad, manifestada en instalaciones escultóricas que capturan la esencia misma de nuestro entorno urbano.
¿Cómo surgió tu interés en el concepto de la piel y su relación con las cinco pieles de Hundertwasser, y cómo se refleja en tu producción artística más reciente?
A medida que fui investigando y experimentando, me di cuenta que el común denominador de las imágenes que construía, estaban asociadas al concepto de piel. Dado por el material en sí que utilizo, por ejemplo, las correas de cuero, ó por formas y texturas que de alguna manera, estaban en relación con ella. La piel es el órgano que constituye nuestros cuerpos, que nos contiene. Es el archivo de nuestra existencia.
Primero surge una imagen o interés por un determinado material u objeto y después conceptualizo. Siempre me interesó el diseño en general y allí entra la arquitectura, la indumentaria, el volumen, los espacios…
Mientras voy desarrollando el cuerpo de obra me encuentro con la teoría de Hundertwasser sobre las cinco pieles, como también la definición de Bruno Zevi sobre la arquitectura: que es el espacio envuelto. Y estas ideas, junto a las de otros e incluso obras como las de Charlotte Perriand ó Lina Bo Bardi ó De Chirico tienen que ver con el desarrollo de mi producción.
¿Cómo desarrollás la crónica social a partir de los fragmentos de tus piezas, y qué aspectos de la sociedad intentás destacar?
Los fragmentos de edificios que utilizo contienen en sí los datos de su origen. Unos más ornamentados y otros más rústicos. No hago diferencias al momento de elegirlos. Todos hacen al tejido social, cuentan una historia, cuentan nuestra historia y esa es la crónica que se va armando. No tengo una intención de representar, de decir…cuando pienso un trabajo. Sólo me interesa construir imágenes con las que me identifique, con las que sienta que de alguna manera allí hay algo mío. Confío en que todo lo que pienso, analizo, siento, veo… esté en esa figura. Y toda figura tiene un fondo y un trasfondo
¿Qué influencia tienen los materiales en tu proceso creativo, y cómo los usas para cada obra?
Mucha influencia. Soy un ser visual y los materiales me interpelen. Voy eligiendo los que me llaman la atención y por lo general están asociados a todas las pieles que creo, tenemos.
¿Cómo creás la impronta escultórica-objetual en tus piezas y qué importancia tiene la disposición de las obras en forma de instalación para la experiencia del espectador?
Me interesa el espacio, el volumen. Me ocupo de “dirigir” de algún modo el tránsito y la mirada del espectador en esa determinada espacialidad. Cada pieza es un mundo y cada muestra es una cosmovisión que dura un determinado tiempo. Ninguna exposición es igual, no se repite. Quizás sea tan única como lo son nuestras pieles…
El universo nocturno de Camila Insúa
Camila Insúa nos propone visitar el mundo de la noche a través de una serie de pinturas. Visitas nocturnas explora el concepto de la oscuridad, lo solitario y lo intransitable que caracteriza a la noche. En esta muestra, las personas que habitan su lado oscuro se convierten en protagonistas, mientras que los objetos cobran vida en un paisaje nocturno lleno de misterio.
Con una paleta de colores vibrante, Insúa crea una atmósfera única que destaca las luces y las sombras, revelando mensajes tanto palpables como abstractos en cada obra. Los marcos, cuidadosamente seleccionados, no sólo enmarcan las pinturas, sino que también forman parte integral de la narrativa, añadiendo una capa adicional de significado a la experiencia del espectador.
¿Qué te llevó a explorar el concepto de la noche en tu serie de pinturas y cuál es el mensaje principal que querés transmitir a través ésta temática?
Soy una persona noctámbula, la mayor parte de mis pinturas están realizadas cuando la tierra permanece a oscuras. Cuando todos se duermen, yo me despierto.Me gusta transmitir en mis pinturas la extrañeza que propone la noche. El cambio de luz en los objetos y en las personas los hace diferentes a cómo los vemos en el día. Me gusta imaginar que algo sucede con ellos cuando nadie los ve, cuando la mayoría de los humanos duermen otras energías se despiertan. Pienso que cada objeto está impregnado de la vibración de las personas que los han usado, que les han transmitido sus sentimientos, sus deseos o anhelos. Y es en la noche cuando estas vibraciones se pueden percibir mejor, cuando ̈los objetos toman vida ̈ y cuando algunos seres se permiten ser más libres.
¿Cómo definís la noche y como reflejás esta idea en tus obras?
Pienso en la noche como metáfora de lo oscuro, de lo solitario, de lo que no conocemos, de lo diferente. La noche cargada de misterios que ignoramos por vivir de día. La utilizo desde ese lugar, no solo como un periodo de tiempo literal, sino como una invitación a explorar lo que la falta de luz no nos puede mostrar, una invitación a agudizar la vista y el espíritu para encontrar más allá de lo que no podemos ver. En mis obras la reflejo en la distorsión de los colores, en la alteración de ciertas perspectivas, en escenas que suelen quedar después de éstas horas y en personas que parecen tener la noche en su rostro.
¿Qué lugar ocupan las luces y sombras en tu trabajo y cómo utilizas el color para transmitir estas sensaciones?
Utilizar alto grado de contraste en las luces y en las sombras me permite realzar los volúmenes, exagerar rasgos, hacer hincapié en algún elemento específico. Es muy importante para mí la luz y la sombra, porque me permite también ambientar las escenas. Muchas veces la utilizo de forma simbólica, haciéndola participar como un elemento narrativo más. Respecto a los colores, también utilizo alto grado de contrastes, esto me permite generar choques visuales y vibraciones que incomodan al espectador.
¿Por qué decidiste darle importancia especial a los marcos de tus obras y cómo contribuyen a la narrativa de tus trabajos?
Los marcos comenzaron como una necesidad de urgencia demandada por la técnica que mayormente uso: la tiza pastel. Es un material que se borra y corre muy rápido, la mejor forma de preservar estos trabajos y prácticamente la única, es enmarcarlos. Intentaba colocarlos lo antes posible detrás de un vidrio. Empecé a reciclar marcos de todo tipo y allí me encontré con este extenso mundo. Conocí varillas características de distintas décadas y empecé a relacionarlas directamente con mis dibujos, en los cuales también retrato objetos de otras décadas. Comencé a jugar con el año del objeto y el año de la varilla integrándolos de manera histórica. Los marcos barrocos iban directamente relacionados con mis pinturas oscuras y como priorizo el color en mis obras, consideré importante fusionarlas con el color del marco. De esta forma, los considero inseparables.
¿Qué esperas que los espectadores experimenten al contemplar tus pinturas nocturnas en persona?
Espero que las personas puedan detenerse a leer las imágenes en su totalidad, que se sientan invitadas a transitar su propia noche, a explorar su psiquis y su ser. Que los ojos de alguien sombrío despierten su propia oscuridad, que puedan dialogar con ella sin tapujos.
La inauguración de las muestras de Osvaldo Chiavazza, Marcela Astorga y Camila Insúa se realizará este jueves 14 de marzo a las 19h en el MMAMM (Espacio Cultural Plaza Independencia) con entrada libre y gratuita. Luego, la exposición se podrá visitar hasta el 26 de mayo de miércoles a viernes de 10 a 19 hs, sábados, domingos y feriados de 16 a 20 hs.