Arcidiacono, nacido en Italia y radicado desde muy pequeño en Mendoza, es ebanista de profesión y uno de los grandes maestros de la fotografía argentina. Su obra se encuentra en la Colección Fotográfica del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (curada nada menos que por Sara Facio), en el Gabinete de Fotografía de la Biblioteca Nacional de París, en el Museo de Bellas Artes de Caracas, entre otros destacados espacio de arte del mundo. Por supuesto también en el Museo Fader y en el MMAMM de Mendoza. En 1999 la Federación Argentina de Fotografía le otorgó el título de Artista Argentino Fotógrafo.
Las imágenes de Arcidiacono se destacan por el minucioso trabajo de composición y el manejo de la luz. En su etapa analógica, el blanco y negro trabajado en el cuarto oscuro marcaron su impronta. Junto a otro maestro mendocino, Daniel Barraco, integró el grupo Imagen en 1981. Pero el amplio espectro de Cayetano no se limita al blanco y negro, tampoco a una temática en particular.
La consigna del concurso fue la biodiversidad, sin embargo tu portfolio no se enfoca solo en la naturaleza, es más amplio.
Para mí todo es fotografiable. Me gusta la naturaleza, el paisaje, pero veo que se hacen fotografías magníficas y hay que tener esas ganas y entusiasmo de seguir a los animales, esperarlos. A mí me gusta salir a rescatar imágenes que pueden ser simplemente sombras o paisajes. Para los animales hay que tener equipos y paciencia para esperarlos, seguirlos.
Trabajaste mucho tiempo con la fotografía en blanco y negro y el cuarto oscuro, ¿seguís en esa línea?
Hace tiempo que hago fotografía digital, es más cómoda, más práctica. Algunos sostienen que no hay como la cámara analógica. Yo creo que es relativo, en la fotografía se trata de trabajar con la luz y con lo que tenés a mano. Hace como ocho años ya que hago fotografías casi exclusivamente con el teléfono. Con la calidad de los teleobjetivos y gran angulares que traen se puede hacer de todo, son excelentes. Podría decir que he pegado un giro hacia una fotografía más intimista y me es más cómodo trabajar con el celular que con una cámara.
¿Y en el revelado, cómo te manejás? Tus imágenes tienen un tratamiento especial…
Soy anti-técnica, me manejo con los elementos básicos del photoshop, los mismos que se manejan en el cuarto oscuro. Los contrastes, los filtros, las maripositas para proteger un sector de la exposición, el tiempo de revelado que manejamos en el laboratorio, también son herramientas que se encuentran en el photoshop y nos permiten darle ese toque personal que cada fotógrafo tiene.
La mayoría de las veces las edito directamente con el teléfono. Hay aplicaciones que son magníficas, es más, algunas fotos tomadas con la cámara las he editado en el celular.
¿Tenías expectativas con el concurso?
Cuando empezaron a publicar ejemplos de lo que se podía fotografiar, pensé que no tenía chances, porque hay fotógrafos de naturaleza que hacen tomas espectaculares.
¿Esto te abruma, te distrae, te estimula?
Me distraen un poco todas las técnicas que hay y no estoy muy de acuerdo con la Iinteligencia Artificial. A mí me encanta la luz, la presencia que tiene en todo lo que vemos; jugar con la composición y el encuadre que son las cosas básicas de la fotografía. Me considero un observador empedernido, obsesionado. Soy un adicto a la fotografía y los concursos ayudan a saber en dónde está uno, y si viene un premio, mucho mejor, es una ayuda.
¿Salís a buscar las fotos?
No voy a buscar los paisajes, todo entra dentro del paisaje, inclusive lo urbano.
¿Y el retrato como género? La fotógrafa argentina Alejandra López dice que el mejor paisaje es el retrato…
Lo hago, pero un poco por timidez me cuesta la relación con el otro, siento que de alguna manera el retrato es una invasión. Por ahí es más fácil hacer retratos con el teléfono que con la máquina de fotos que puede resultar muy intimidante. En la calle a la gente no le gusta que le tomes fotografías, entonces siento que para hacerlo hay que robarse una foto.
¿No te desalienta que el mundo esté tan fotografiado?
Me da pena por la fotografía porque se va desvirtuando. Veo que muchos la están mezclando con las artes plásticas y la fotografía tiene una característica específica, fue creada para lograr imágenes que no pueden mentir. Cuando empezás a mezclar lo bidimensional con lo tridimensional, algo muy de la plástica, se desvirtúa lo que es la fotografía. La fotografía es un elemento plano, bidimensional y todo lo que se pueda lograr tiene que estar en ese espacio. Pero hoy el arte conceptual es difícil porque confunde. Una fotografía te gusta o no, te emociona o no, si tenés que explicarla no funciona. La foto tiene que hablar por sí misma.
Para ver la obra de Cayetano Arcidiacono po´des entrar en su Instagram