En una escena dominada por la música urbana siempre son bienvenidos los proyectos que se animen a explorar otras propuestas. Es el caso de Catalina, una artista multifacética que llegó para aportar frescura y desfachatez.
Catalina Segura creció en Mendoza rodeada de vestuarios, camarines, canciones, ensayos y espectáculos gracias a su entorno familiar: su padre es Javier Segura, artista plástico y músico; su madre y su tía son las bailarinas y coreógrafas Lucía y Valentina Fusari.
Para ella ese siempre fue su mundo, uno completamente natural y orgánico, y era una consecuencia más que esperable que su futuro fluyera hacia -y desde- ese lugar. «Desde chiquita mi única opción fue dedicarme al arte. Nunca hubo una presión por parte de mis padres para que yo me interesara, pero me dieron apoyo y enseñanza y lo siguen haciendo».
Dueña de un talento innato y de un universo muy personal repleto de guiños a la cultura pop, Catalina propone un viaje a través de sus composiciones, en su gran mayoría autobiográficas. «Es como que cada canción es una página de mi diario íntimo, pero algunas veces son las vidas de otros alter ego».
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo del pop?
Me enamoré de ese mundo a eso de los ocho años. Mi abuela me había regalado un DVD que tenía todos los videoclips de Madonna y yo me había obsesionado con verlo todos los días. A partir de eso empecé a encontrar otras divas y me volaban la cabeza, yo quería estar ahí y hacer eso. Después iba a clases de canto con mi papá y en las presentaciones de fin de año teníamos que elegir algunas canciones y ahí empecé a escuchar a Miranda!, Babasónicos, y pop en español que estaba más cerca mío.
Luego de formar parte de Ginger, un dúo de música folk, la joven promesa tomó la decisión de enfocarse en su carrera solista. Instrucciones para abrir mi corazón fue su álbum debut, publicado en 2019 para el cual trabajó junto al productor Andrés Ceccarelli. Se trata de diez canciones que llegaron para renovar la escena musical local.
De allí se desprendieron una serie de singles acompañados de videoclips que son la carta de presentación perfecta para entrar en su cosmos: Es porque y A mi casa. Adolescencia, colores pasteles, coreografías, sensualidad, romance y drama son las claves de ese primer material.
Catalina, a demás de tener una voz muy personal y un rango vocal amplio, posee una personalidad muy fuerte. Eso se traduce a todo lo que emprende, pero se acentúa cuando pisa un escenario. Sus vivos son dinámicos y llenos de energía y son el campo perfecto para combinar sus dos pasiones: la danza y la música.
El año pasado lanzó Piel, una canción con ritmos cercanos al bolero y la música romántica que no deja de lado su característica raíz pop. «Siento que este trabajo es como mi resurrección después de todo este tiempo. Entre medio viví cosas que alimentaron cada vez más el poder hablar del amor, de romances, de desdichas, de seducción y todo lo que lo compone desde un lugar quizás menos inocente que en el disco anterior», explica Catalina sobre ese último material.
En su proyecto la estética es otro punto fuerte. Almodóvar y las divas de la década del 50 forman parte de sus influencias más sólidas, y para darle vida elige trabajar con amigos que comprenden a la perfección todo ese flujo de ideas e inspiraciones.
Actualmente se encuentra trabajando en un nuevo disco del cual no quiere adelantar mucho, pero sí sabemos que esta vez experimentará con sonidos más latinos, aunque no se cierra a un solo género y contará con varias personas en la producción de las canciones. «En este momento estoy en mi proceso favorito que es el creativo. Estoy componiendo, haciendo maquetas, viendo qué proponen los temas mismos…se está armando el nuevo mundo de Catalina y yo estoy dejando que eso fluya. Los temas están hablando por sí solos.»
Sin dudas la carrera musical de Catalina recién comienza y es seguro que de acá en adelante escucharemos su nombre y su música cada vez más seguido.
¿Qué podemos esperar de Catalina en el futuro?
Lo mismo que ahora, pero mejor.
La próxima oportunidad para verla en vivo será el 2 de Junio en La Nave Cultural, donde estará abriendo el recital de la cantautora Loli Molina. «Va a ser un show súper íntimo. Voy a ir con una guitarra y mi voz», adelanta la artista. «Igualmente se vienen varias fechas más en Mendoza y en otros lugares». Podés seguirla en su cuenta de Instagram para estar al tanto de futuras presentaciones.
Nota y fotos: Agustina Agost