«No existe nada que sea basura, sólo materiales en el lugar equivocado». Así, con esta premisa en la cabeza, el estudio de arquitectura inglés BBM edificó en el Reino Unido la primera casa construida casi en su totalidad con materiales de desecho reciclados. La Waste House o «Casa basura», como fue llamada por sus creadores, fue construida por alumnos universitarios y se usaron desde cepillos de dientes hasta disquetes.
La casa se encuentra en el campus de la Universidad de Brighton, donde el codirector del estudio BBM, Duncan Baker-Brown, da clases sobre el desarrollo de proyectos de diseño sostenible.
Baker-Brown propone con esta obra un cambio radical en la forma de usar los materiales y un llamado de atención para que las empresas constructoras apuesten a reutilizar los materiales sobrantes o ya usados. «Tiene que haber una forma de almacenar y reutilizar los excedentes en lugar de tirarlos», explica el arquitecto.
“Es una gran idea, ya que se están reutilizando distintos elementos que habían sido descartados. Se generan múltiples beneficios, por ejemplo desde el punto de vista ambiental, se utilizan objetos derivados del petróleo como el plástico de los CDs y VHS, y así estos residuos dejan de contaminar”, opina Farid Nallim, director de Reciclarg.
Reciclarg S.A. es un emprendimiento familiar que se gestó en el año 2008, aunque la empresa mendocina comenzó a operar en agosto de 2010. Buscan disminuir la basura electrónica en la provincia y en el país, para contribuir con el mejoramiento del medio ambiente y con el bienestar integral de la sociedad. La recolección, la reutilización, el reciclaje y la concientización son sus pilares.
Ante la pregunta de si se podría hacer una casa con basura en Mendoza, Farid señala que “es un tema a considerar, pero teniendo en cuenta que es una zona sísmica, estos factores deberían ser contemplados al construirse una casa de ese tipo. Además hay poca concientización sobre el reciclaje. Aunque en un futuro no muy lejano, podrían realizarse este tipo de construcciones”.
La Waste House, que está hecha en un 85% con basura, tiene una planta de 7,6 metros de ancho y una altura de 5,3; y fue ejecutada por 253 estudiantes y voluntarios. Los cimentos fueron realizados por aprendices de una empresa de construcción.
El material fue aportado por empresas y particulares de manera gratuita, y el trabajo llevó tres meses de diseño en las aulas de la universidad, y se ejecutó a lo largo de un curso académico. Además, otra de las características principales de la casa es que todos los materiales son bajos en carbono, por lo que también se intentará determinar el comportamiento de la construcción y su rendimiento energético durante los próximos años.
Algunos de los elementos más curiosos que utilizaron para construir la Waste House fueron los 19.800 cepillos de dientes, usados como aislamiento de la pared y donados por la empresa de limpieza del aeropuerto londinense Gatwick, dos toneladas de jeans, regalados por empresas de confección, 4000 cajas de DVDs, cintas de video VHS y 2000 disquetes.
Otros de los materiales reutilizados fueron lotes de madera sobrante de un aserradero, 600 pancartas de vinilo, que sirvieron para hacer la membrana de control de vapor para envolver la casa, 2000 pedazos de alfombras usadas, que sirvieron como tejas para las paredes exteriores, pintura de segunda mano, 1,2 metros cúbicos de poliestireno de embalaje viejo y 2000 pernos usados.
Por último, se utilizaron rollos de empapelado, folios y contrachapado, neumáticos, una cocina, y todo lo que les ofrecieron desde empresas, negocios particulares y comercios.
Pero volvamos a Reciclarg. “Los objetos más comunes que reciclamos son PCs, monitores, scanners, impresoras, celulares, fotocopiadoras. Recibimos el material descartado, que se clasifica de acuerdo a su hardware y software, y si puede ser re usado se envía al departamento de reutilización. Lo que no puede ser reutilizado se envía al departamento de reciclaje para que se transforme en materia prima para nuevas industrias. El material que no puede ser reciclado ni reutilizado es enviado al departamento de supra-reciclaje para la realización de juegos didácticos ecológicos. Cumplimos nuestra política de que nada se desperdicia, logrando nuestro objetivo basado en la economía circular: de la cuna a la cuna”, explica Farid.
La basura electrónica que Reciclarg recolecta se convierte en muchísimas cosas, según cuentan desde la empresa. Carcasas plásticas, medidores de gas, carrocerías de autos, entre otros tantos elementos, cobran vida.
¿Los beneficios de esta acción para las personas y para el medio ambiente? Innumerables: disminuye la contaminación, se generan puestos de trabajo, se concientiza a las próximas generaciones, se hace “minería inversa”, ya que se recuperan materiales que estaban siendo enterrados, y al mismo tiempo disminuye la demanda de materiales provenientes de la minería, del petróleo por la reutilización de los mismos. En fin, se resuelve la problemática de los residuos electrónicos -sin solución aun en la provincia-.
Según el experto local en reciclado de basura electrónica, en Mendoza hay poca concientización sobre el reciclaje, por lo que estamos lejos de pensar en una casa como la Waste House. Mientras tanto, en el viejo continente, esta se dedicará a la difusión del reciclaje aplicado a la construcción y puede ser visitada libremente. El objetivo con ella es probar que es posible construir una vivienda con elementos descartados, que sea sólida y bien hecha. También se ofrece como lugar para reuniones sociales y comunitarias, y para debates, o como centro artístico.