Me resultó hasta gracioso descubrir que las nominaciones a Mejores Efectos Visuales en los Oscars de este año incluían a tres películas con monos generados por computadora: «Wicked», «Kingdom of the Planet of the Apes» y, por supuesto, «Better Man», que por fin se estrenó en plataformas (Amazon Prime Video) y es una de las mejores películas del año.
Escrita y dirigida por Michael Gracey (reconocido por «The Greatest Showman» y principal candidato a encabezar el próximo Live Action de la versión de «Rapunzel» de Disney -Tangled-), quien se perfila como uno de los narradores más ágiles e interesantes en el panorama del género musical actual.
En lugar de repetir una clásica pero agotada historia del ascenso a la fama, esta biopic sobre el algo olvidado Robbie Williams -conocido por sus desenfrenados excesos y por subir mega transpirado al escenario- elige arriesgarse evidenciando lo dañino de esta fama marcada por drogas, alcohol y rock ´ n roll.
«Better Man»: la biografía que explora la dualidad de la fama
Lejos de usarlo como un recurso superficial y tocarlo medio por encima, el relato gira en torno a las toxicidades, a su ambición y a su familia, y consigue desembocar en un grand finale tan sorprendente como emocionante que articula muy prolijamente todas las aristas previamente expuestas.
La película se las ingenia para incluir una incontable cantidad de guiños a los diversos estilos y cortes de pelo de Robbie y a los hitos en su carrera, con un breve pero inevitable paso por su versión de «Something Stupid» con Nicole Kidman, o la famosísima escena en la que se desprendía carne y músculos en el video de «Rock DJ».
Los números musicales son su punto más fuerte. La puesta en escena aprovecha todos los recursos habilitados por el género, con luces fantasía y colores vibrantes que nos despegan de la realidad, movimientos de cámara y planos con transiciones muy locas que unen diferentes temporalidades, coreografías meticulosas y arreglos musicales que logran reinventar sus mejores canciones. Todo esto se conjuga para elevar el material a un nivel completamente original y distintivo, además de que el protagonista es un mono, claro. Algo nunca antes visto.
Musicales si o musicales no
Creo que no estamos acostumbrados a experimentar musicales con tanto corazón y honestidades que resultan todavía más brutales por ser basados en hechos reales. «Better Man» logra transmitir un mensaje complejo pero preciso sobre los peligros del abuso de sustancias y la obsesión por una fama que, al final, no lo es todo.
Este abordaje y temática tan clara es lo que para mí le faltó a otras biopics gigantes que tuvimos recientemente como «Elvis» o «A Complete Unknown», que nunca llegaron a tocar mi fibra sensible ni a conmoverme a nivel personal, quizás por falta de intención. En cambio, «Better Man» es una hermosa y potente película, que apareció sin que nadie la esperara, y ojalá alcance su lugar como película adorada y de culto pese a haber sido un fracaso en la taquilla mundial.
Están siendo buenos años para los fans de los musicales desde «La La Land», aunque lo digo yo que me encantó y disfruté muchísimo «Emilia Pérez». Obvio que no me gustó «Blancanieves» pero como musical fue divertido. Y se viene «El beso de la mujer araña» con Jennifer Lopez, a la que le tengo muchas ganas.
«Better Man» compite por mejor biopic en mi ranking junto con «Walk the Line» (2005), dirigida por James Mangold, también emocionante e inolvidable.
Está clasificada para mayores de 16 años y estoy seguro de que es una película que le va a gustar a todo tipo de público. Imperdible.