Bestial, brutal, genial, irreverente. Todo lo que Juan Orestes Gatti toca lo convierte en arte.
Este año cumplió 70, y es de los grandes personajes que dio la Argentina pero que partieron a muy temprana edad para consagrarse afuera. Aunque antes de zarpar, sus primeras incursiones en el arte y el diseño con los jóvenes de la llamada Generación Di Tella, dejaron huellas poderosas en el Buenos Aires de la década del 70 y en el inconsciente colectivo cultural de todos nosotros. Creó las tapas de discos emblemáticos como Artaud del Pescado Rabioso que lideraba Luis Alberto Spinetta, o El jardín de los presentes en la etapa de Spinetta con Invisible. Con Charly trabajó en la gráfica de Confesiones de Invierno y otros discos de Sui Generis. Hizo trabajos fantásticos para Crucis, Pappo y Pastoral, entre otros grupos que rockeaban en plena dictadura.
«Recuerdo la gestación de esa portada (en referencia al disco Artaud): un poco la idea de hacerlo en una free form o deforme, como diría Luis. Partió de él, yo le di la forma y el color (verde absenta)», explica Gatti en una nota para La Voz en 2015. El estuche del disco no es cuadrado ni redondo, es una figura irregular que traía un librito informativo.
Su madre era diseñadora de alta costura y él recuerda una infancia llena de collages y recortes de revistas para experimentar creativamente.
La encerrona militar lo llevó a New York y de ahí partió a Madrid donde entró a trabajar con el sello CBS y logró portadas para grupos como Mecano. Pero su encuentro con Pedro Almodóvar es quizás el hito más significativo para la cultura pop- kitsch. Juntos logran esa estética tan particular, adjetivada injustamente como «almodovariana», cuando debería definirse por una conjunción de ambos nombres.
Es que desde Matador y con mayor presencia en Mujeres al Borde de un ataque de nervios, Juan Gatti ha creado casi todas las gráficas de las películas de Pedro Almodóvar, aunque fue más allá en La piel que habito, para la que trabajó en obras pictóricas que fueron parte de la ambientación de toda la película. La colección de obras, denominada Ciencias Naturales y etiquetada por la crítica como «realismo mágico», se expuso en la Fresh Gallery de Madrid en 2011 y en Argentina en 2012.
También llegaron a su país natal las muestras fotográficas Contraluz y Transhispania, en esta última Gatti retrata la búsqueda de identidad a través de la transformación, con la presencia fotográfica de tres trans argentinas: Topacio Fresh, Lara Sajén y Victoria James.
En cine, además, ha trabajado con John Malkovich, Fernando Trueba y Álex de la Iglesia, para este último hizo el afiche para el desopilante film La Comunidad.
Juan Gatti es fotógrafo, diseñador, artista, pero fundamentalmente «uno de los grandes creadores de imágenes del mundo contemporáneo». Él acepta que sus influencias se mueven entre los polos de la Bauhaus y el pop-glam porque tuvo una formación visual muy racionalista pero incorporó la psicodelia que llegaba de San Francisco.
«Dentro de la gráfica existe un fenómeno de tendencias, de modas. Se usa tal cosa y todo el mundo hace lo mismo, ¿sabes qué te digo? Hay una especie de estética globalizada, por la información y todo eso. A mí me gusta buscar referencias en revistas antiguas de gráfica. Me gusta experimentar; en mi trabajo soy como un científico loco, que está todo el día inventando. No me gusta tener demasiada información; me interesa más desarrollar algo propio», declaró en una nota para La Nación en 2005.
Ha colaborado como fotógrafo para las tapas de Vogue España, y ha sido director de arte de Vogue Italia. También dirigió el calendario Pirelli de 2002 y 2017, con el fotógrafo Peter Lindbergh, junto a estrellas como Julianne Moore, Helen Mirren, Lupita Nyong’o, Nicole Kidman, Penélope Cruz y otras tantas.
Otras grandes revistas con las que ha trabajado son Elle, Glamour, V, El País Semanal y Vanity Fair. De sus últimas intervecniones, destacamos la imagen de portada de Vanity Fair de julio de 2019 en la que aparecía Ana Belén luciendo un vestido-hiedra que fue obra de Gatti en colaboración con el fotógrafo Félix Valiente.
Valeria Mendez