Ángela Aparicio, conocida en el escenario como Anyi, tiene una visión única sobre el mundo que la rodea, una perspectiva que no teme reflejar en su arte. Es una auténtica bohemia, capaz de encontrar inspiración tanto en diferentes expresiones artísticas como en los detalles más simples de la vida cotidiana. Ella misma dice que puede inspirarse en «el sonido de la heladera en la noche, en los colores del cielo o en el vuelo de un cóndor».
A primera vista, es tentador suponer que su crecimiento como cantante fue siempre claro y directo. Sin embargo, al conocer en profundidad la historia de Ángela (no de Anyi), descubrimos un recorrido lleno de matices.
La música siempre fue un llamado en la vida de la jóven artista mendocina, una presencia que se manifestaba de múltiples maneras: en las melodías del piano de su abuela, en los discos de Gorillaz que escuchaba con sus primos y en sus años en el coro de la escuela Magisterio. Pero durante su infancia no tuvo muchas oportunidades de explorar este talento, y cuando lo hacía, la vergüenza la frenaba.
En Rayuela de Julio Cortázar, hay una frase que dice: “Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. Esta idea de encuentros inevitables describe a la perfección la relación de Ángela con la música. Mientras estudiaba fotografía en Buenos Aires, volvió a acercarse a lo que siempre la había llamado: “Comencé a componer en la intimidad, sola, con dos notas, como podía y como iba saliendo”.
En 2017, decidió regresar a Mendoza, enfrentar sus miedos y sumergirse de lleno en la composición. De vuelta en la provincia, comenzó clases de guitarra al mismo tiempo que asumió un nuevo reto: la creación de su primer álbum.
El debut de Anyi que marcó un antes y un después
En 2019, Anyi lanzó su primer álbum titulado Crucero Cristal. Producido junto a Luca Bocci, el disco está cargado de letras crudas y sinceras, apenas sometidas a correcciones. Esta obra es descrita como visceral y catártica ya que nació desde lo más profundo de su ser. Según la artista, fue un verdadero «salto al vacío», una forma de liberarse de todo lo que llevaba dentro.
Cuatro años después de su debut, presentó Luz de Perla, un álbum que refleja su evolución artística y personal. Este trabajo se caracteriza por un enfoque más maduro y por sus letras más pensadas. La colaboración con la escritora argentina Flavia Calise fue clave para perfeccionar su narrativa, mientras que el productor chileno Elmalamía aportó una frescura única al sonido del disco. Producido en 10 meses, Anyi describe esta realización como una “bastante explosiva, muy rápida y fluida”.
En este disco, las vivencias que marcaron su primer álbum resurgen desde una perspectiva más reflexiva. Temas como la impermanencia, las pérdidas y el cambio se exploran con mayor profundidad. Este material discográfico representa un testimonio sincero de su crecimiento, reafirmando su capacidad para transformar sus experiencias en arte.
La carga emocional es tan intensa que, por momentos, Luz de Perla resulta difícil de interpretar para la propia Anyi: “Me cuesta escucharlo, me cuesta cantarlo, porque son canciones que nacen desde un lugar muy profundo”.
La música como conexión
Para Anyi, las amistades han sido fundamentales en su desarrollo. Crecer rodeada de amigos músicos le permitió encontrar su propia voz y, al mismo tiempo, nutrirse de su talento. Artistas locales como Simón Saieg no sólo son sus colegas sino también piezas claves en su evolución. “Él es como mi hermano”, comparte Ángela, al mismo tiempo que recuerda haber presenciado los momentos en que él componía temas para la banda Perras on the Beach.
La escena musical mendocina le ha brindado a Anyi un fuerte sentido de pertenencia y propósito. Rodeada de amigos que la inspiran con su talento y la acompañan en su camino, la intérprete celebra estas conexiones: “Estoy muy contenta de haber crecido con gente que me inspire tanto y que sean personas auténticas con su corazón y fieles a la música”.
Proyectos y colaboraciones futuras de Anyi
Con la mirada puesta en lo que está por venir, la artista se prepara para un 2025 cargado de proyectos con los que va a desafiar sus propios límites. Aunque guarda muchos detalles en secreto, adelanta nuevas colaboraciones con artistas chilenos, reflejando la conexión que ha encontrado más allá de la cordillera.
Además, su tercer álbum comienza a tomar forma en su mente: «Ya siento y percibo que este disco está ahí, así que hay que traerlo a la tierra«.
La historia de Ángela Aparicio, a pesar de no estar libre de dudas ni obstáculos, anima a enfrentar los miedos, abrazar las inseguridades y confiar en los procesos personales. Su capacidad para transformar las experiencias personales en arte, respetando sus propios ritmos, inspira a valorar la autenticidad por encima de las expectativas externas.
En un panorama donde las exigencias de la industria presionan sobre los artistas, Anyi defiende que la música “no es por uno sino por algo mucho más grande” al mismo tiempo que remarca el respeto que hay que tenerle a esta “fuerza mayor, misteriosa y hermosa”.