Cuando se estrenó lo que pretendía ser la historia del rock de América Latina explotaron las redes sociales: Gustavo Santaolalla es el protagonista absoluto, falta Pappo, sobra Maná y las mujeres están ausentes. Pero arrasa y no deja de ser divertida para un fin de semana a pura nostalgia. ¿La docuserie está demasiado centrada en Gustavo Santaolalla? Y sí, él la produjo desde su perspectiva y es un «Rey Midas» de la música ¿Faltan algunos músicos y sobran otros? Totalmente, son seis episodios. ¿Pocas mujeres? Pocas.De hecho, Santaolalla fue trending topic durante días y días desde el estreno el 16 de diciembre de 2020. Hubo chistes, memes y durísimas críticas porque el oscarizado músico y productor se autoentrevista y se centra en bandas que él mismo descubrió o produjo, con una visión calificada de «sesgada».Sin embargo, «Rompan Todo, la historia del rock en Latinoamérica», sigue en el top de la plataforma de streaming y vamos a ver por qué.A lo largo de 6 episodios, la serie intenta recopilar la historia del rock de un continente, que necesitaría, para ser justos, varias temporadas. Entonces hay que sentarse a verla sabiendo que el documental es de Santaolalla y muchos de sus amigos, algo que no deja de ser muy, pero muy divertido.Aparece Maná y Pappo directamente fue obviado. No sabemos cómo ni por qué no está Celeste Carvallo cantando que está loca. A Fabiana Cantilo y Gabriela Espumer las vemos de refilón y muchas rockeras quedaron en el olvido. De hecho, Marilina Bertoldi se indignó tanto que puso un filoso tuit donde calificó al material de aburrido. «Son un montón de señores hablando», posteó.Tampoco están Los Redondos, Viejas Locas, Riff o La Renga. Los primeros, porque el Indio Solari no quiso participar. Los demás, porque sí. Vemos porque sí a Bajofondo -de Santaolalla- o a Julieta Venegas, que tiene mucho de pop y nada de rock. Nos quedamos esperando a Manu Chao, Suéter o Los Encargados.Con estos saltos random, con su parcialidad y todo, vale la pena ¿Quién no quiere hacer un viaje por la historia latinoamericana de la mano de Santaolalla y sus amigos, con parte de la música que acompañó dictaduras, violencia, corrupción, frustraciones, pobreza, esperanza y rebeldía?A lo largo de los capítulos, dirigidos por Picky Talarico, vas a recordar los conflictos sociales y políticos que alimentaron la creación en México, Argentina, Chile, Colombia o Uruguay y vas a decir ¿ahhhhh, te acordás de esto?Vas a ver mucho Gustavo Cerati y Charly García, dos incuestionables del rock no argentino, sino mundial. Y también vas a ver Spinetta, Serú Giran, Los Prisioneros, Los Abuelos, Café Tacvba, Molotov, Los Tres, Fito Páez, Los Rodríguez, Ricardo Mollo, El Tri, Los Fabulosos Cadillacs o Aterciopelados, con Santaolalla contando cómo fue que se convirtió en el gran descubridor de bandas, porque es cierto: lo que tocó se convirtió en oro.Vas a escuchar a Calamaro de opinólogo mate en mano, y a muchas bandas de México o Chile que no conocías o no recordabas: algunas te van a encantar y otras…botón pasar para adelante de Netflix y chau.En síntesis la serie es ágil, tiene un material de archivo difícil de conseguir y es un tour a la nostalgia para los baby boombers (más de 40), una lección de historia entretenida para millennials y centennials y un placer para los oídos.De la mano de bandas que merecen pasar al bronce y de otras que no se sabe qué hacen allí, Rompan Todo muestra el agite, la valentía, la creatividad y el cambio de las olas musicales al ritmo de las desgracias latinoamericanas.Capítulo aparte merece la crítica de Santaolalla a Nuevas Olas del Charly de Serú Girán, que te va a servir para sentarte a escuchar de nuevo esa canción, una de las mejores de la historia del rock argento.Dicho esto: pochoclo y a dedicarle un fin de semana. Artísticamente es impecable, música buena no falta, se devora en poco tiempo y abre la puerta a una pasión argentina equiparable al fútbol para que vengan muchos documentales más, y así, puedan estar los que no están.