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Circo del Ánima: Le sacamos la nariz a los payasos

El Circo del Ánima tras bambalinas para conocer a los clowns: un sanrafaelino, un porteño y un chileno que comparten la misma pasión de hacer reír a los espectadores.

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El Circo del Ánima es una mixtura de disciplinas artísticas -como acrobacias, canto, trapecio, danza, contorsionismo…- y estética, que lanza un resultado brillante, profesional y que alucina tanto a grandes como a chicos.

Se trata de un espectáculo sensorial con mucha poesía, con un concepto inspirado en India y que, durante la historia circense, pone en escena a tres personajes que se «burlan» de lo que va sucediendo.

Son los payasos que atrapan y divierten a la familia; ellos aparecen en el pre show y también en cinco rutinas de humor, haciendo reír e interactuando con los presentes. Uno es el más sen, el guía de los otros dos «rebeldes, ridículos y enamoradizos», los que en varias oportunidades aparecen de entre las gradas.

Inmendoza habló con ellos y conoció un poco más la vida de estos clowns que forman parte del elenco estable del circo dirigido por Flavio Mendoza; una producción de nivel increíble que estará en nuestra provincia hasta el 20 de marzo.

Román Rodríguez es oriundo de Buenos Aires y es cuarta generación de circo; giró por 30 años con la compañía de su familia y ahora, desde hace ya algunos años, trabaja con Mendoza.

Él es el payaso serio, el protector, el que además de bromear con sus colegas, aparece en otros cuadros demostrando sus habilidades acrobáticas. «Como arranqué desde muy pequeño pasé por todas las disciplinas y me quedé siendo clown; siempre me gustó mucho el teatro y es lo más cercano a ser un actor», comparte.

Mauricio Trech es el payaso mendocino que dejó su San Rafael natal a los 18 para profesionalizarse en la capital de la Argentina. De la danza llegó a la acrobacia, de allí a la televisión con varios personajes y dicha experiencia actoral le brindó la oportunidad de conocer el mundo clown. 

Hoy, es la primera vez que Mauricio está trabajando en una compañía de circo. «La vida de circo está muy buena, es una gran familia y aprendés muchísimo de todos los artistas», señala.

Diego Pizarro es de Chile y -junto al sanrafaelino- completa la dupla de payasos que intervienen permanentemente con el público. Ha trabajado en más de cinco compañías y ha girado por varias partes de América. Con él compartimos minutos en el camarín y conversamos:

¿Qué pasa cuándo te ponés el traje de payaso?

En la vida cotidiana soy muy tranquilo pero cuando me pongo el traje me vuelvo loco y ya entra otra energía. Soy yo mismo pero en mi máxima expresión; la parte ridícula y graciosa que todos llevamos adentro.

¿Qué significa ser un payaso?

Es un estilo de vida y es un trabajo pero a la gente le cuesta entenderlo. Es muy divertido, cuando la gente te pregunta qué hacés y respondés soy un payaso. Ahí es cuando explico que trabajo en el circo, que viajo mucho y que he estudiado mucho; que no es solo ponerse una nariz roja sino que tiene técnicas y tiempos que respetar.

¿Cuándo descubriste que querías dedicarte a ésto?

Siento que siempre fui payaso, desde adolescente; siempre me gustó hacer reír y lo hacía de de modo inconsciente. Antes trabajaba en los semáforos, vestido de payaso y era bien ridículo, noté que me iba bien y allí nació el gusto por un mundo súper desconocido. Me enteré que era una profesión, que se podía estudiar y arranqué.

¿Cómo fue esa vida de trabajo callejero y luego el salto a la profesionalización?

La calle tiene todo y fue mi gran escuela porque no sabés qué va a pasar. Como artista tenés que estar totalmente atento a lo que sucede y sos vos mismo el que marca la presencia.

¿La risa de las personas es una guía de tu actuación?

La risa es nuestra búsqueda. Lo principal es que el público se ría a carcajadas. Cuando se arma una rutina lo primero que uno busca es una sonrisa, luego la risa y después la carcajada y así nos vamos guiando.

Para el humor no hay idioma…

No, porque mi trabajo es mudo y el lenguaje corporal es universal. En el Circo del Ánima hacemos payasos más de cuerpo porque casi no hablamos, y lo que decimos es un lenguaje inventado.
[alert type=white ]Circo del Ánima. Funciones: De martes a viernes a las 22. Sábados y domingos doble función, a las 19 y 22. Lugar: Acceso Sur y Lamadrid, Guaymallén. Entradas con 20% de descuento con la App de Inmendoza. Carpa climatizada. Estacionamiento privado.[/alert]

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