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De visita a la República de Chachingo

En Maipú, esta zona cercana a las barrancas del río Mendoza se está convirtiendo en un sitio de interés, por su confluencia de restoranes, posadas, bodegas y una galería de arte

Antes de mandarlos de paseo a la loma del Chachingo les vamos a contar qué se van a encontrar en esta zona maipucina, a orillas del río Mendoza, donde abren sus puertas sofisticados restaurantes, bodegas boutique y galerías de arte.

Como la mayoría de los distritos que están cerca de las barrancas del río, Chachingo tiene un microclima especial, con arboledas centenarias y vegetación que rompe el tradicional paisaje árido mendocino. Los pueblos más cercanos son Tres Esquinas y Cruz de Piedra; sin una identificación puntual en los mapas, Chachingo se extiende entre la calle Videla Aranda (RP 12)  y el Río Mendoza y era de los lugares más alejados en la Mendoza del s XX, de ahí la frase usada «queda en la loma del Chachingo».

Algunos visionarios encontraron aquí su terruño perfecto para instalar no sólo sus casas sino emprendimientos vinculados al turismo como bodegas boutique, galerías de arte y restaurantes.

Hace tiempo el artista Sergio Roggerone construyó La Alboroza, «su morada de la felicidad» –como suele llamarla– junto a su atelier y galería de arte. La Alboroza es un  tesoro arquitectónico de reminiscencias moriscas con una decoración única que la cataloga como una de las guest house más cotizados de Mendoza.

A metros de La Alboroza, hace poco, Alejandro Vigil abrió las puertas de El Enemigo, exquisito lugar donde el enólogo vive pero también elabora sus vinos y ofrece delicias en su sofisticado restó. Sin ningún complejo, Vigil se siente orgulloso de vivir en «República de Chachingo», entre otras cosas porque asegura que fue «uno de los primeros lugares de Argentina donde se empezó cultivar». Tal es su orgullo chachinguero que en El Enemigo construyó una loma para que los visitantes la suban y puedan sacarse una foto alegórica de la famosa «loma del Chachingo», que por otro lado los historiadores aseguran nunca existió.

Siguiendo por la Calle Videla Aranda hacia el Este, la Bodega Carinae de los franceses Brigitte y Philippe Subra, se levantó en 2004 sobre los vestigios de un antiguo establecimiento agrícola de Chachingo. Hoy es una preciosa bodega boutique con una típica galería mendocina que recibe visitantes todos los días, inclusive los feriados y domingos.

Pero al llegar a calle Belgrano, viniendo desde el Oeste por Videla Aranda, se ingresa al paraje más importante y conocido que tiene la zona: el parque Chachingo que comienza en el puente de Barrancas hacia el Este hasta la calle Pueyrredón, en Rodeo del Medio . En esta zona de unas cinco hectáreas a lo largo del río Mendoza, se fueron plantando distintas especies de árboles y así se formó el parque, que conserva en sus alrededores flora nativa, como la jarilla, el algarrobo y distintos tipos de pasto. El bosque de árboles añosos, el río y la cordillera forman un pequeño paraíso muy convocante especialmente en los días soleados de invierno, en los atardeceres y las noches de verano, cuando las costas arenosas del río se transforman en playas.

Por Aranda Videla, una calle típica mendocina se encuentran también la Bodega Mainque y más cerca de Cruz de Piedra, la Bodega Florio con hotel boutique y la olivícola Laur en donde se puede apreciar todo el proceso para la obtención del aceite de oliva y degustar su producción.

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