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Riviera Maya: todo el color de sitios mágicos

Territorios costeros con oferta turística diversificada. Mar Caribe, selva y la cultura maya del México prehispánico. Exótica belleza natural que invita al placer y al disfrute. Aguas cristalinas, vida marina y un intenso deseo de perderse en ese paraíso.

Visitar México, en cualquiera de sus puntos cardinales, siempre es todo un desafío. Un acierto, por sobre todas las cosas, porque cada día descubrimos un rincón paradisíaco. El viaje nos llevó al Caribe, a su costa de aguas turquesa, de arenas blancas, clima placentero y pintorescos pueblos a la orilla del mar.

La Riviera Maya es una zona turística situada a lo largo del Mar Caribe, en el Estado de Quintana Roo, y su costa se extiende 130 km, desde Puerto Morelos hasta Punta Allen, en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an. Es uno de los principales destinos turísticos del país Azteca y uno de los más visitados por viajeros de todo el mundo. Hoy hacen furor –además de canadienses y estadounidenses-, italianos y rusos, que acuden en busca de calor y color.

 

Riviera Maya
Cancún, destino por excelencia para los amantes de los hoteles imponentes y el sistema all – inclusive.

 

Al llegar al aeropuerto de Cancún, uno puede permanecer allí unos días, o escapar en busca de un mayor contacto con la naturaleza, rumbo al sur. La ciudad de Cancún –que posee 22 kilómetros de playas blancas y aguas cristalinas-, es considerada la entrada al mundo Maya. Cuenta con una amplia infraestructura de hoteles de lujo, modernos centros comerciales y una filosofía de servicios de nivel internacional. Noches sensuales, diversión y compras, conforman parte de su atractivo. Son más de 3,3 millones de visitantes los que recibe de todo el mundo por año. Está ubicado muy cerca de legendarias ciudades arqueológicas y es una visita obligada para incontables viajeros. Sin embargo, este destino es un capítulo aparte, para retomar en otra ocasión.

 

Riviera Maya
Un litoral colmado de espacios relajantes, para disfrutar y descansar.

 

La Riviera Maya es sinónimo de sol, olas perfectas, playas prístinas, arrecifes y cenotes a lo largo de la península de Yucatán. En lo que alguna vez fueron pueblos de pescadores hoy se erige un corredor turístico de resorts y hoteles de lujo que en su mayoría ofrecen servicio all–inclusive. Spas, centros comerciales, restaurantes de gran categoría y campos de golf completan el trayecto.  Este corredor alberga algunas de las más famosas playas del mundo, costas donde se asienta un extenso arrecife de coral –el Gran Arrecife Mesoamericano- (el segundo más grande del mundo después del de Australia), enorme variedad de especies marinas, ríos subterráneos que forman cenotes (piscinas naturales) en su desembocadura y misteriosas cavernas para explorar. Estas últimas, producto de su geología, ya que la región es una meseta caliza, roca permeable donde numerosas redes de grutas y galerías subyacentes se han creado con el paso del tiempo.

Con una intensa política de protección hacia el medio ambiente, la región conserva grandes distancias sin urbanizar. Allí, flora y fauna conviven y se desarrollan de manera natural. A lo largo de su extensión, la Riviera posee parques de aventura, temáticos, culturales, eco turísticos y marinos, que ofrecen un vistazo a la excéntrica vida natural del territorio.

 

Riviera Maya
Un corredor turístico de resorts y hoteles de lujo a lo largo de la Riviera Maya, con más de 6000 cenotes y cavernas, entre los principales atractivos de la zona.

 

Snorkel, buceo y deportes acuáticos, para los aventureros y amantes del mundo submarino, y además un especial contacto con la riqueza cultural de México permiten empaparse de historia y tradición. Para explorar el mundo maya, nada mejor que las ciudades de Tulum, Cobá y El Rey, o los asentamientos de los pueblos mayas, donde se puede disfrutar de platos prehispánicos y conocer rituales religiosos. La zona arqueológica de Chichen-Itzá, a unos 150 km, es la más impresionante y mejor conservada de las antiguas ciudades de esta civilización. El Temazcal, -hábito de los baños utilizados con fines terapéuticos, en ritos u otras celebraciones- son sesiones de vapor generadas por rocas volcánicas rociadas con agua de hierbas que se realizan en edificaciones de adobe. Una antigua tradición que se puede revivir para obtener alivio en cuerpo y mente, y representa el vientre de la madre tierra desde donde el espíritu puede renacer más libre.

Nuestro itinerario entonces apunta a Playa del Carmen, ese pueblo de pescadores que hace casi dos décadas abrió sus encantos al mundo. En el camino, la localidad de Puerto Morelos –a 16 km del aeropuerto de Cancún- se caracteriza por su tradición pesquera y sus grandes instalaciones portuarias. Con precios económicos y baja densidad de turistas, frente a su costa se encuentra el Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, un área natural protegida, con una barrera de arrecife muy cerca de las playas, que le proporciona bajo oleaje y la hace ideal para practicar windsurf, snorkel y buceo. Jardín botánico, zoológico de cocodrilos, un campo de polo y la famosa ruta de los cenotes completan su atractivo.

Una vez en Playa del Carmen, considerada la ciudad más grande y cosmopolita de la Riviera Maya, su onda amigable y turística -con tiendas de artesanías, boutiques, cafés, restaurantes, bares y discotecas que la tornan encantadora-, nuestra estancia promete unos cuantos días de gracia.

 

Riviera Maya
Las cabañas de lujo a la orilla del mar, entre las opciones.

 

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Quesadillas con mucho sabor, otro de los “must” de la gastronomía mexicana.

 

La Quinta Avenida, el corazón de Playa del Carmen, es uno de los recorridos obligados. Una peatonal paralela a la playa con una vida diurna y nocturna encantadora. Música, sabores, olores, y toda la magia de un destino lleno de jóvenes, de corazón alegre y una vida sin los trastornos del stress. Muchos argentinos la han adoptado como su hogar. En este destino “la fiesta” es oficial. Aquí se destacan el Blue Parrot Beach Club –frecuentado por turistas de todo el mundo-, la playa Mamita´s –con los mejores DJ tocando en vivo y tragos sensacionales-, y el Cenote Cristalino, una caverna vertical de 60 metros de profundidad y majestuosa belleza. Hoteles de gran categoría y residencias coloridas invitan a deslumbrarse, disfrutar, divertirse.

 

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El portal, una obra escultórica en la plaza de Playa del Carmen, testimonio del conocimiento en las ciencias.

 

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Cafés, restaurantes, bares, artesanías, boutiques y discotecas, un mix de opciones en la Quinta Avenida.

 

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Los artistas también tienen su espacio en la famosa arteria, donde exhiben obras de intenso colorido.

 

La zona turística ostenta productos, precios y atención de nivel internacional. Las pastas italianas, el atún y la cocina mexicana gourmet con presentaciones distintivas, ofrecen a partir de las seis de la tarde cenas inolvidables. Sin embargo, unas cuadras ciudad adentro –y en compañía de alguien que resida por ahí-, las cantinas típicas mexicanas, llenas de ambiente pueblerino y candor, ofrecen porciones de tacos, enchiladas, burritos y fajitas a precios irrisorios, de excelente calidad y sabrosísimo picor. Comer un taco pastor (trozos de lomo de cerdo marinados en una salsa de tres chiles con jugos de naranja y piña, en deliciosas tortillas de maíz) por ejemplo, en los carritos del pueblo, es un recomendado total.

 

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Los sombreros mexicanos, las mantas, artículos de plata y tequilas, entre los productos más ofrecidos en las calles.

 

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El Fogón, un lugar visitado por la gente del pueblo, donde se comen los mejores platillos típicos, a precios increíblemente bajos.

 

Desde el muelle de Playa del Carmen parten los ferries hacia Cozumel, la isla más grande del Caribe mexicano, famosa en el mundo por sus arrecifes de coral, paraíso de los amantes del buceo y destino predilecto de los cruceros más importantes del mundo. En menos de 40 minutos su encanto caribeño te atrapa.

Lo más recomendable es alquilar una scooter y recorrerla. Con mapa en mano y espíritu aventurero, admirar la naturaleza y visitar las distintas playas te llevará todo el día. Único núcleo urbano del lugar, el pueblo de San Miguel ofrece restaurantes, cafés, boutiques y tiendas coloridas con souvenires y artesanías. En sus afueras, playas de inmensa belleza y mar traslúcido, invitan a sumergirse en busca de peces coloridos. Los cardúmenes que vas a encontrar son inigualables.

 

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Un stop en las distintas playas obliga a degustar los frutos del mar.

 

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Excursiones hasta el arrecife cercano invitan a sumergirse en busca de peces coloridos.

Si deseás más privacidad y estás en pareja, podés optar por un paseo en lancha que te lleva hasta la Isla de la Pasión, un pequeño paraíso para olvidarse del mundo, donde siglos atrás fue un altar dedicado a la diosa Ixchel. También Punta Molas, en el extremo septentrional del litoral de la isla, donde está el antiguo faro y una exótica vegetación. Iniciando la costa posterior, de playas vírgenes y ambiente salvaje está el café Paradise –Bob Marleys´Place- pasando Punta Sur. Más adelante, el bar Coconuts, de impresionante vista, colmado de remeras autografiadas que pintan sus paredes, recuerda en sus carteles que Cuba está a solo 90 km. Es la mejor opción para terminar el día y descansar antes de regresar.

Akumal es otro excepcional lugar en la Riviera, con algunos hoteles pero principalmente residencial. Arrecifes cercanos a la playa permiten la práctica del snorkel, y las grandes tortugas que se pueden visualizar –que suelen cumplir su ciclo reproductivo en estas playas- aseguran un día bien invertido.

 

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Arrecifes que permiten la práctica del snorkel y el nado con tortugas.

 

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Akumal ofrece un ambiente residencial, que es visitado durante el día por turistas y locales.

 

Kilómetros más adelante está Tulum, el destino por excelencia de la Riviera, a quien apunta toda la promoción turística actual de la región. Tranquilidad y exotismo que invitan al relax total.

Allí se encuentra uno de los imponentes vestigios mayas mejor preservados. Sus ruinas amuralladas, la antigua ciudad de Zamá, que significa “Salida del sol”, contiene la estructura más importante de Tulum: el Castillo, edificado sobre un acantilado que domina el Caribe, bañado por el azul turquesa de sus aguas. Esta maravilla está abierta al turista local sin cargo, los días domingos.

 

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Las ruinas mayas, una de las visitas obligadas durante la estadía en Tulum.

 

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La antigua ciudad amurallada, construida entre 1200 y 1450.

 

Tulum como destino turístico presenta un desarrollo hotelero en constante crecimiento, pero muy cuidado, que apunta a no invadir la naturaleza, sino a cobijarse en ella. Aquí predominan las cabañas –algunas lujosas, y rústicas en su mayoría-, los hoteles boutique y muchas opciones de eco hospedajes, con generadores eléctricos que se apagan a la medianoche.

Paz, silencio y caminatas interminables por la playa de día se fusionan con apacibles paseos por la feliz aldea en las noches. Playa Paraíso, “la más linda del mundo”, merece como ninguna otra ser visitada y disfrutada.

Coquetos restaurantes, rústicos bares, spas de lujo, tiendas con artesanías, textiles y objetos de diseño se encuentran a lo largo de la arteria que, paralela al mar, alberga la vida nocturna de Tulum, a lo largo de varios kilómetros. El bar “Mateo” –con sus deliciosos tacos de pescado-, o el restaurante “La vita è bella” –con la cocina de autor del italiano Marcos- son muy recomendables. También el pueblo –a unos diez minutos de la villa turística-, una muy interesante opción para visitar. Allí, las costumbres de sus residentes, tabernas y restaurantes se erigen típicos, auténticos, con todos los matices del lugar y con precios menores.

 

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Playa Paraíso, el lugar obligado para visitar por su mágica belleza.

 

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Cabañas rústicas, hoteles boutique y eco hospedajes a la orilla del mar, en Tulum, área natural protegida.

 

Cenotes, ruinas, arenas y rocas coralinas completan la oferta de Tulum, de donde no te podrás ir sin visitar la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an (en idioma maya “Puerta del cielo”), un espacio natural protegido y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Es hogar de más de 100 mamíferos (pumas,  jaguares, monos araña y aullador, venados cola blanca, jabalíes cachetes blancos, manatíes, delfines) y 350 pájaros, además de manglares, lagunas y humedales con más de 1400 especies de plantas en la selva y las dunas costeras. Constituye un centro de ecoturismo y educación que sirve como modelo para el desarrollo sostenible de los sensibles ecosistemas tropicales.

La Riviera Maya, en definitiva, un exquisito lugar para regresar.

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Flora y fauna conviven con los visitantes, a cada paso en las playas.

 

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Tulum hacia el Sur: kilómetros de playas –en su mayoría vírgenes- en la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an.

 

 

 

 

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