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La Aldea: cocina a las brasas de alta calidad

El famoso restó ubicado en una de las esquinas claves de la calle Arístides Villanueva, ofrece comidas variadas donde la parrilla es el elemento clave

El fuego que se refleja en el vidrio y la gran parrilla con cortes de todo tipo, impactan al pasar por el lugar e invitan a ingresar (sea la hora que sea). El olor a carne sobre las brasas es tan irresistible y atrapante que, sin pensarlo, cruzás la puerta en cuestión de segundos. Una vez adentro, la atípica decoración hace que se abran más los ojos y se despierte nuestra curiosidad ante tanta variedad de cuadros, fotos, botellas y objetos antiguos (teléfonos, televisores, bicicletas) que encajan a la perfección con el techo repleto de las viejas sillas del lugar, colocadas estratégicamente.

La Aldea (Arístides Villanueva 495, ciudad) es uno de los restaurantes históricos de la calle más gastronómica de Mendoza. La novedad es que su menú se ha renovado y ya no sólo ofrece exquisitos lomos, sino una oferta impresionante de cortes de gran calidad elaborados a la parrilla.

La gerente del lugar, la simpática colombiana Lilia, nos cuenta que el sitio

«emula a un resguardo de montaña, es un lugar cálido con luz tenue y muy acogedor para los comensales».

La gente se hace tiempo para observar y recorrer el lugar, más allá de tomarse algunas fotos, miran los cuadros e incluso algunos eligen el vino que tomarán en la gran bodega que está a la vista de todos.

La Aldea propone menús ejecutivos para el mediodía que son pensados con anterioridad por Lilia: «Las promos que tenemos son muy tentadoras y las porciones son abundantes, el menú ejecutivo para una persona comprende entrada, plato principal y postre a un precio súper accesible y además tenemos tres promos para dos personas en las que varía el principal (puede ser parrilla, milanesa o entraña) y se sirven con guarnición y un pingüino de vino».

Más allá de la gran variedad de platos que tiene la carta, hay que resaltar algunas comidas inusuales y muy tentadoras. Por ejemplo, es uno de los pocos sitios en donde se puede comer el corte T-bone (una carne en forma de T que de un lado tiene bife de chorizo y del otro lado tiene lomo) ¡Algo exquisito y tierno que tenés que probar!

Por el lado de los pescados, el salmón al cedro se lleva todos los aplausos. Es un plato con un sabor inigualable que creó el chef del lugar hace unos años.

En cuanto a los postres, más allá de los típicos, Lilia nos cuenta que «el preferido de los mendocinos es el cheesecake de queso de cabra con batatas en almíbar, mientras que los extranjeros se inclinan por un sabor más original y exótico como la panna cotta de coco con sopa de maracuyá».

Hay que resaltar que en La Aldea, el «2×1» en tragos es todo el día y un dato fundamental es que los vinos (los clásicos y otros no tan comerciales) se venden a precio de vinoteca. El lugar tiene sus puertas abiertas todos los días, desde las 10 de la mañana a las 2 de la noche. Visitalo y descubrí el verdadero sabor de la carne a las brasas.

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