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Magui Benegas y las formas de la humanidad

Artista talentosa pero de perfil bajo, parte del dibujo para combinar en sus creaciones el grabado y su pasión por el diseño de modas. Se inspira en Borges, Camus y la música de Bach y Led Zeppelin para intentar «mostrar lo que la gente esconde cuando se viste»

Magui Benegas es una talentosa dibujante de perfil bajo que nos impacta con obras gráficas en las que se mezclan técnicas de grabado, collagraphe y lápiz. En su casa de Chacras de Coria, nos muestra una galería personal de obras que han sido expuestas en contadas ocasiones en Mendoza pero están presentes cada año en los salones nacionales. Torsos de mujeres, carcasas de vestimentas que contienen la humanidad, zapatos, piernas, medias, esqueletos. Una cosmogonía particular, original que ella define como «un interés especial en el ser humano, sus debilidades, sus defectos, todo aquello que hay debajo de las carcasas que son las vestimentas». «Quiero poner en evidencia todo lo que esconde la gente cuando se viste», dice.

En una de sus obras el pezón de una mujer se transforma en pezuña. Para Magdalena esto puede ser también un simple juego estético donde interviene su fascinación por el diseño de modas. Hay una serie llamada «Medios de transporte», en la que una multitud navega a la deriva. Otra obra, La cosa, se expuso en el Sívori y Don Torso y zapato parca va de la mano con El diván. Hay humor, liviandad y profundas revelaciones en sus trazos.

Sentada en el tablero de su estudio sabe que el dibujo es una de las artes más difíciles: «hay que conocer las formas y plasmarlas en el papel. Siempre estoy dibujando pero la idea principal parte luego al grabado, me atrapa el misterio impredecible de lo que puede salir del grabado».

Sus maestros espirituales son Rembrandt, Picasso, Durero. Cris Delhez, su compañero hoy, fue también maestro en la carrera de Artes de la que egresó. Cuentos de Cortázar y Borges, y novelas de Víctor Hugo, Camus o Huxley configuran su mundo imaginario y las musas inspiradoras vienen también con  la música. «Mientras trabajo en el taller escucho a los clásicos como  Bach, Vivaldi y temas de Peter Gabriel, Led Zeppelin o los Stones… los clásicos del rock, digamos».

Magui  vivió en Suiza, Salta y Buenos Aires, y sus obras son seleccionadas desde 2001 en el Salón Nacional de Artes y en el Salón Manuel Belgrano y ha sido invitada por la Academia Nacional de Bellas Artes al premio Dr. Bonifacio del Carril. En Mendoza ha expuesto en Bodega Trivento y el Hyatt y hoy abre las puertas de su taller para dar clases individuales.

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